Alrededor de 380 habitantes de El Salto, Jalisco, participan en un estudio de Epidemiología popular, impulsado por las organizaciones locales Un salto de vida y Biosmédica para documentar los estragos que ha dejado en su salud la contaminación del río Santiago

Las organizaciones están tomando muestras de cabello, sangre y orina que serán analizadas para conocer el nivel de metales pesados y arsénico en la población, aseguró Graciela González, miembro de Un salto de Vida. Los análisis de sangre son sufragados por cada una de las personas que participa; los de cabello y orina serán hechos por la Universidad de Guadalajara.

La agrupación civil presentará los resultados de esta investigación en el Tribunal Latinoamericano del Agua, a realizarse en septiembre próximo.

Señaló también que las autoridades estatales se comprometieron a monitorear la calidad del agua, pero que sólo están haciéndolo a escala doméstica, no industrial, la cual, a decir de González, contiene más tóxicos dañinos para la salud de la población.

Desde 2004 los habitantes de El Salto han denunciado la contaminación del río Santiago por aguas residuales de la industria, así como las enfermedades que esto ha provocado, entre las que se cuentan cáncer, asma e insuficiencia renal; sin embargo, la situación no ha mejorado.

González dijo que en días pasados se reunieron con autoridades estatales para buscar soluciones a la polución del agua y también a las afectaciones en la salud de la población.

Resaltó, por último, la situación de un centenar de personas que viven una situación de precariedad económica, porque para cuidar de sus familiares enfermos han dejado su trabajo.