En una comida privada con el presidente Felipe Calderón, el coordinador del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, acordó convencer a quien sea necesario para que los legisladores voten por las reformas legislativas pendientes, en un posible periodo extraordinario de sesiones.

Rechazó haber conversado con el mandatario sobre Elba Esther Gordillo o respecto a la posibilidad de hacer un frente común contra la lideresa magisterial, porque esas grillas políticas no corresponden a la agenda legislativa.

Después de la reunión con el Ejecutivo federal en Los Pinos, Beltrones explicó ayer a la prensa que al Senado le interesa que pasen las reformas, ya sea en un periodo extraordinario u ordinario de sesiones, porque es ahora o nunca.

Casi cinco horas después de concluido el encuentro, Los Pinos informó que Calderón subrayó la importancia de reanudar las deliberaciones en el Poder Legislativo, una vez que se han realizado las elecciones del 3 de julio en diferentes entidades del país.

Entre las reformas de interés paras Los Pinos se encuentran la política, la laboral, de asociaciones público-privadas para infraestructura, combate a la corrupción y seguridad nacional.

Reconoce el sonorense vocación reformadora del mandatario

El sonorense reconoció la vocación reformadora del michoacano y dijo que hay una corriente mayoritaria en el ámbito del Ejecutivo federal y de la fracción del PRI en el Senado que apuesta por los cambios en beneficio del país.

Cuando se le preguntó si buscarán convencer al sector afín al gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, que se opone a dichas reformas, explicó que esa discusión se dio como parte de una estrategia electoral de querer lastimar a un gobernador exitoso y popular, como es Peña, pero ya pasaron las elecciones y sería necio insistir en un mecanismo que fracasó.

Dijo no estar en condiciones de adelantar una fecha para un periodo extraordinario de sesiones, porque esta definición no puede surgir de mi boca, de mi voluntarismo, sino que es producto del trabajo de las comisiones legislativas.

A la pregunta de quién cree que tiene más credibilidad en el diferendo entre Elba Esther Gordillo y Miguel Ángel Yunes, ex director del Issste, contestó que no es la persona adecuada para calificarlo.

Enfático, señaló que no habló con Calderón sobre la profesora, porque fuimos lo suficientemente exactos, correctos y responsables como para tratar el tema de los asuntos que dependen de la voluntad del Presidente y del Senado.

Se le insistió si peleará con Peña Nieto por la candidatura presidencial del PRI, a lo que respondió: no peleo nada que no sea justo y que no pueda merecer, pero consideró que el tricolor debe definir antes adónde quiere llevar al país si gana las elecciones, y después con quién las quiere ganar. Y estoy seguro que nos vamos a poner de acuerdo, remató.

Asimismo, señaló que los tiempos no dan para que la reforma laboral se discuta en un periodo extraordinario; todavía faltan tres reuniones regionales de consultas con los sectores y se espera que el 6 de agosto se tendría un dictamen de la iniciativa priísta, por lo que lo más seguro es que la iniciativa se vaya al siguiente periodo ordinario de sesiones.

En tanto, Francisco Hernández Juárez, líder de la Unión Nacional de Trabajadores y diputado federal por el PRD, afirmó que el único que está apresurando el proyecto es el secretario del Trabajo, Javier Lozano, a quien no le importa qué iniciativa se apruebe, sólo quiere colgarse la medalla de que él impulsó esta reforma, por sus pretensiones políticas.

En entrevista, dijo que querer llevar la reforma laboral a un periodo extraordinario sería forzar los tiempos legislativos y haría que se descarrilara el proyecto. Para no violentar las cosas, lo más sensato sería que la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados se concentrará en la conformación de una iniciativa laboral de consenso.

Esto –precisó–, mediante la cintegración de un proyecto con las puras coincidencias y que las cláusulas en las que hay conflicto entre los sectores sean excluidas, o bien, que aquellos puntos donde hay diferencias se resuelvan conforme a criterios de la Organización Internacional del Trabajo para establecer los consensos y así llegar al periodo ordinario, lo que permitiría asegurar esta reforma laboral.

Patricia Muñoz Ríos