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Ver día anteriorViernes 10 de junio de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Paisanos y discurso oficial

EU: mexicanada en peligro

Crece desempleo aquí y allá

M

illones de mexicanos abandonaron el país durante la espléndida, inenarrable, década de gobiernos panistas (2001-2011). En el sexenio foxista un paisano emigró por minuto a lo largo del cambio. Por razones económico-sociales se exiliaron en Estados Unidos, siempre con la intención de encontrar mejores condiciones y perspectivas de vida. Con Calderón el número de expulsados se atenuó, pero no por mayores oportunidades en México, sino porque en el dorado norte la crisis pegó muy fuerte, tanto que a estas alturas no termina la sacudida. A los exiliados, pues, también se les cierran las puertas en el paraíso.

Triste realidad pero, por lo mismo, la mexicanada de allá tendría que tomarle la palabra al inquilino de Los Pinos y regresar a este México lindo y querido, pletórico de excelentes noticias, crecimiento sostenido, tasas históricas de generación de empleo, boyante clase media, salarios más que remuneradores y poder adquisitivo internacionalmente envidiable. Ahora que todo es maravilloso, que las causas que motivaron su salida han sido totalmente erradicadas, el procedimiento de retorno es sencillo, porque también se eliminaron los trámites engorrosos: sólo hay que fotocopiar los discursos de Felipe Calderón y Ernesto Cordero y, con los papeles en la mano, apersonarse en Los Pinos (o en la oficina principal de la Secretaría de Hacienda, si prefieren) para que de inmediato les hagan efectivo el Shangri-La tropical presumido por medio del micrófono oficial, paraíso que la percepción de los mexicanos de aquí se niega a reconocer, porque son muy exigentes.

Mientras retornan esos millones de mexicanos expulsados de su tierra (Calderón, Cordero y Lozano estarían felices de poder demostrarles que la bonanza por ellos presumida no es falsa) y rehacen su vida en la República Mediática del calderonato, en Estados Unidos la situación empeora para la paisanada. El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados lo resume de la siguiente forma: de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales de ese país, durante la crisis, en 2009, la tasa de desempleo de los mexicanos se situó en 12.2 por ciento; en 2010, aunque la economía estadunidense aparentemente comenzó su proceso de recuperación, dicha tasa se incrementó a 12.4 por ciento. Más aún, la evolución de la tasa desempleo a partir del segundo trimestre del año pasado ha guardado una tendencia al alza, de tal forma que para el periodo enero-marzo de 2011 ascendió a 13 por ciento. Desempleo allá, desempleo aquí (en el México real, no en el Shangri-La calderonista, desde luego).

El referido centro de estudios advierte que existen factores adicionales que continuarán deteniendo la recuperación del empleo de nuestros connacionales en Estados Unidos. Por una parte, el hecho de que los migrantes mexicanos cada vez encaran más problemas para encontrar ocupación debido a los mayores controles oficiales en ese país. Y, por la otra, que en abril de 2011 las autoridades estadunidenses ajustaron a la baja su expectativa de crecimiento, explicado en parte porque aún se encuentran deprimidos el mercado laboral y el de la vivienda.

En ese sentido, el FMI reconoció que las perspectivas desalentadoras del empleo en Estados Unidos, particularmente en el sector de la construcción (donde buena parte de la mexicanada encuentra espacio laboral), continuarán frenando la recuperación del envío de remesas a México. En consecuencia, el panorama poco positivo para el envío de remesas a nuestro país, la pérdida en la calidad del empleo y de los salarios de la economía mexicana, son factores que vulneran el bienestar de las familias receptoras y las margina” (que no se entere de Ernesto Cordero de todo esto, porque mañana sale a decir exactamente lo contrario). ¿Qué haría el gobierno ante un eventual retorno masivo de mexicanos en busca de empleo en su propia tierra, aprovechando la campaña mediática del calderonato? ¿Por dónde se meterían el micrófono Calderón, Cordero y Lozano?

Desempleo creciente y remesas reales a la baja no es una mezcla gratas. En efecto, apunta el CEFP, en el primer trimestre de 2011 las remesas que perciben las familias mexicanas disminuyeron su poder adquisitivo, afectadas por la apreciación del tipo de cambio y la inflación. Además, el escenario futuro del envío de recursos resulta preocupante debido a las expectativas poco favorables para nuestros migrantes mexicanos, particularmente, por las condiciones del mercado laboral estadunidense que continúan débiles.

Entre enero y marzo de 2011, las remesas que llegaron a nuestro país ascendieron a 5 mil 98.2 millones de dólares, es decir, registraron un crecimiento de 5.5 por ciento anual. Sin embargo, éste fue menor al reportado en el cuarto trimestre de 2010 (6.5 por ciento), lo que refleja un menor ritmo de recuperación. “Si bien el envío de remesas presentó una variación positiva en el primer trimestre a nivel nacional, en el análisis estatal de la información se observaron marcadas diferencias, pues incluso algunas entidades registraron una caída en el monto captado (por ejemplo, Baja California Sur, -6.9 por ciento; Chiapas, -5.2; estado de México, -3; Campeche, -1.5; Tabasco, -1.2, y Colima, -0.6.

Entre enero y marzo del presente año, puntualiza el CEFP, el monto promedio de recursos que recibieron las familias mexicanas vía remesas aumentó 3.5 por ciento, ya que captaron 324.7 dólares mientras en el mismo periodo de 2010 percibieron 313.8 dólares. Los resultados, si bien parecen favorables en términos de los mayores ingresos para los hogares, lo cierto es que hay que tomar en cuenta la pérdida de poder adquisitivo real que les implicó la apreciación del tipo de cambio (3.1 por ciento) y la inflación (3.5 por ciento) del primer trimestre del año. En consecuencia, no es posible aseverar que los hogares que se benefician del envío de remesas vieron mejorado su poder adquisitivo. De hecho, en 2010, de acuerdo con cálculos del Banco Interamericano de Desarrollo, los flujos de remesas en pesos y ajustadas por los aumentos de los precios, tuvieron un retroceso real de 10.6 por ciento respecto a 2009. En consecuencia, el panorama poco positivo para el envío de remesas a nuestro país, la pérdida en la calidad del empleo y los salarios de la economía mexicana, son factores que vulneran el bienestar de las familias receptoras y las margina.

Las rebanadas del pastel

Otro magazo, Agustín, El Kid, Carstens, de la manga se sacó una buena nueva: en mayo, la inflación disminuyó 0.74 por ciento. Qué bueno: que los consumidores fotocopien tal anuncio y, con él en la mano, hagan sus compras. Verán qué buena respuesta obtienen de los comerciantes.