El ex alcalde de Tijuana, Jorge Hank Rhon, quien fue detenido el pasado sábado por elementos del Ejército Mexicano, aseguró ayer, en dos cartas: una que fue leída por su esposa y otra que fue entregada por sus abogados a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que nunca ha visto ni reconoce las armas que según las autoridades fueron encontradas en su domicilio.

Al demandar al presidente Felipe Calderón la liberación de su esposo y pedir que se actúe con transparencia en el caso, María Elvia Amaya dio a conocer la misiva de Hank Rhon donde relata su detención.

En la carta, el político priísta relata que los militares que allanaron su casa en los terrenos del Hipódromo de Agua Caliente, en Tijuana, ni siquiera mostraron una orden de cateo, lo cual fue ilegal.

Añade que la detención se hizo cuando dormía y lo tuvieron en el recibidor de su residencia de frente a la pared sin voltear. En ese lapso le colocaron varias armas y le tomaron fotografías. Armas que nunca había visto y que no reconozco, sostuvo el empresario.

El concesionario del Hipódromo Caliente sostuvo que los militares y agentes federales le negaron su derecho de realizar una llamada telefónica hasta que llegó una representante de la CNDH, que le proporcionó su celular.

Me encuentro sin saber por qué me detienen, expuso Hank en la misiva que su abogado Óscar Téllez Ulloa entregó a una visitadora de la CNDH que ayer acudió a dar fe del trato que ha recibido el detenido de parte de las autoridades federales.

Amaya de Hank comentó que los militares sólo le dieron a ella y a sus hijos cinco minutos para desalojar su casa y desde la madrugada de este sábado tomaron posesión de su residencia.

En el escrito entregado a la visitadora de la CNDH que acudió ayer a instalaciones de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), el ex alcalde aseguró que cuando fue detenido un grupo de militares le dijeron que se parara frente a unas armas que se encontraban en el piso y me tomaron unas fotos, armas que nunca había visto y que no reconozco.

Detalló que fueron entre seis y ocho militares encapuchados los que ingresaron a su casa la madrugada del sábado sin mostrarle ninguna orden de cateo. El día de hoy 4 de junio de 2011, encontrándome en mi domicilio durmiendo, llegaron hasta mi recámara entre 6 y 8 militares y encapuchados, quienes (sic) que se me vistiera y lo bajaron a la sala en donde lo tuvieron de las 3 de la mañana hasta las 5 aproximadamente, me tuvieron en el lobby de frente a la pared, por lo que no vi lo que estos agentes hicieron en mi domicilio, refiere el documento entregado a la CNDH.

Hank precisa que estuvo incomunicado desde las 3 horas, e incluso hasta las 11:40, cuando se encontraba en la delegación de la Procuraduría General de la República en Tijuana, no se le había permitido realizar ninguna llamada.

Los simpatizantes del acusado abrieron el blog Yo apoyo a Hank, donde solicitaron a la gente que se adhiera para exigir la liberación inmediata del empresario detenido, producto de un deleznable asalto militar a su residencia.

En correos electrónicos aseguran que se trata de un secuestro por parte de la Presidencia de la República.