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Por sus referencias a Proust, aplauden la cinta chilena Bonsai, de Cristián Jiménez

Desembarcaron en el festival de Cannes los Piratas del Caribe

En la nueva película de la saga se pretendió recuperar el espíritu de la primera entrega, señala el productor

Mientras el público lo quiera, mi participación continuará, afirma Johnny Depp

 
Periódico La Jornada
Domingo 15 de mayo de 2011, p. 9

Cannes, 14 de mayo. Cannes, el festival de cine más importante del mundo, prácticamente detuvo este sábado toda la maquinaria oficial para recibir a los Piratas del Caribe, con Johnny Depp y Penélope Cruz a la cabeza.

Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides, dirigida por Rob Marshall, no fue aplaudida por parte de la crítica, pero la megaproducción no depende de las opiniones expertas. Las tres entregas anteriores acumularon un botín de dos mil 600 millones de dólares en todo el mundo.

Ahora los piratas parten rumbo a una nueva conquista de millones, dotados con la más reciente tecnología: 3D y algunos cambios delante y detrás de la cámara.

Gore Verbinski pasa la batuta a Rob Marshall –director de los musicales Chicago y Nine–, mientras Orlando Bloom y Keira Knightley dejan de formar parte de la saga. La española Penélope Cruz asume el protagonismo femenino, al encarnar a una mujer intrépida, temperamental y nada fiable por la que Jack Sparrow (Depp) suspira.

La nota sexy

Sin embargo, la química que presuntamente tendría que haber entre ambos prácticamente no existe. Ya era hora de que alguien nos pusiera juntos de nuevo, dijo Cruz en rueda de prensa, tras recordar que compartió cartel con Depp hace doce años en Blow y que tenía muchas ganas de volver a trabajar con él. Dije que sí antes de leer el guión, apostilló la actriz, quien estaba embarazada cuando rodó la película.

Me protegieron mucho. No hice nada que fuera peligroso, agregó Cruz, cuya hermana Mónica fue su doble en algunas de las escenas más arriesgadas.

Penélope pone una nota más sexy a la historia que, en esta ocasión arranca en Cádiz y se embarca durante dos horas y media en busca de la fuente de juventud.

El productor Jerry Bruckheimer señaló que la intención era recuperar el espíritu de la primera entrega: La maldición de la perla negra, la más elogiada de toda la saga. Sin embargo, esto no ha sido así interpretado así por la crítica.

Johnny Depp se ha involucrado en el guión, aunque no quiso ahondar sobre el tema. Lo que sí comentó es que su familia ve más sus películas que él, incluso ésta. Depp admitió recientemente que no había visto la segunda y la tercera parte de la franquicia.

Señaló además que prueba personajes con sus hijos y que con sus reacciones le basta para saber si funcionan. Al pirata que ha transformado lo definió como una mezcla de estrella de rock del siglo XVIII y una mofeta muy romántica.

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Johnny Depp y Penélope Cruz posan en la alfombra roja del certamen cinematográfico francésFoto Reuters

Depp afirmó que mientras siga respaldado por los productores y cuente con el apoyo del público, las posibilidades de que haya nuevas aventuras de Jack Sparrow son infinitas. Mientras la gente quiera, ahí estaré.

La presencia de Depp y Cruz en la rueda de prensa eclipsó al resto del reparto, que también se desplazó hasta Cannes, como el actor australiano Geoffrey Rush, quien ahora deja de ser el malísimo Barbossa para ser un corsario que se alía con Sparrow por una venganza.

El bucanero a combatir ahora es Blackbear (Ian McShane), uno de los nuevos personajes, como lo es también la sirena vampiresa que encarna Astrid Bergés-Frisbey, nacida en Barcelona. Piratas del Caribe: en mareas misteriosas, cuenta además con un nuevo cameo (participación), del legendario Rolling Stone Keith Richards, así como con una pequeña actuación del actor español Oscar Jaenada.

En tanto, en la competencia oficial del Festival de Cannes, que hoy quedó relegada a segundo plano, se mostró la película israelí Footnote, de Joseph Cedar, centrada en la compleja relación de un estricto filólogo y su hijo, un ambicioso profesor académico.

Presencia latinoamericana

En el certamen francés, el chileno Cristián Jiménez presentó este sábado su filme Bonsái, melancólica y romántica historia de amor entre jóvenes literatos de la generación posterior a la dictadura de Augusto Pinochet. Debido a sus numerosas referencias al escritor Marcel Proust, Bonsái, basada en la exitosa novela epónima de su compatriota y coetáneo Alejandro Zambra, sedujo en especial al público francés.

La película de Jiménez cuenta la historia de un aprendiz de escritor, Julio, que navega entre la realidad y la ficción, fingiendo sacar en limpio la novela de un escritor mayor, Gazmuri, que en realidad aquél escribe y deja leer a una de sus novias, Blanca. Escribir es como cuidar un bonsái, dice en un momento Julio. Su historia navega entre dos épocas, entre dos mujeres, así como entre Valdivia y Santiago.

Como en la novela de Zambra, en el filme hay muchas referencias literarias, en especial al cuento Tantalia, del argentino Macedonio Fernández, lo que fija un paralelo entre las plantas que hay que cada día, como el amor, para que no se mueran.

Es la historia de un estudiante de literatura de 20 años que lee a Proust y sueña con escribir una novela. Al llegar a los 30 se encuentra enfrentado a la vida real, a sus frustraciones, dijo Jiménez en una entrevista.