jornada


letraese

Número 178
Jueves 5 de Mayo
de 2011



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus


pruebate


reseña

Los “otros asesinatos” en Ciudad Juárez
Crímenes de odio por homofobia
Efraín Rodriguez Ortiz / Ediciones Eón, 2010

El más reciente informe de la Comisión Ciudadana contra los Crímenes de Odio por Homofobia indica que entre 1995 y 2008 se registraron 20 crímenes de este tipo en el estado de Chihuahua, la mayoría de ellos en Ciudad Juárez. Desde hace 25 años, esta urbe es conocida a nivel mundial por la gran cantidad de feminicidios cometidos en el lugar. Sin embargo, Efraín Rodríguez Ortiz, investigador en educación y sexología de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, considera que los medios de comunicación y la sociedad juarense han guardado silencio ante lo que él ha llamado “los otros asesinatos de Ciudad Juárez”, es decir, los crímenes de odio por homofobia.
Para Rodríguez, esta situación es reflejo de un fenómeno social y cultural que se perpetua mediante instituciones como la Iglesia católica que se muestra intolerante ante expresiones no convencionales de sexualidad humana, y estrategias sociales, como la invisibilización de la situación.
Así, define que los crímenes por homofobia son asesinatos en los que el victimario tiene como única motivación el odio hacia una orientación sexual distinta a la heterosexual.
La investigación del maestro en sexualidad humana arroja que el victimario reacciona de acuerdo a la normatividad social y defiende la supervivencia del sistema patriarcal, en el que se exige un comportamiento absolutamente diferenciado de la feminidad, el cual se traduce en respuestas violentas frente a los conflictos y engendrar hijos, particularmente varones. Aunado a esto, ante la posibilidad de que surjan relaciones demasiado cercanas entre hombres, es necesaria la homofobia para vigilarlos y tomar distancia de quienes no cumplen con el estereotipo.
De esta manera, Rodríguez Ortíz en Crímenes de odio por homofobia. Los otros asesinatos de Ciudad Juárez, explica que este tipo de crímenes no se conocen y no se quieren conocer porque en la ciudad fronteriza la homofobia tiene invisibilizado todo lo relacionado con las sexualidades no convencionales. (Leonardo Bastida Aguilar)

 

A 30 años del debut del sida
La mejor parte de los hombres

Tristán García / Anagrama, 2011

Años ochenta en Francia, el periodo más oscuro de la pandemia del sida, es también el momento de mayor activismo político centrado en la prevención del padecimiento. La mejor parte de los hombres, primera novela del francés Tristán García, registra en una narración cifrada (los nombres ficticios aluden a personajes reales de la política y la cultura francesas) el conflicto de dos protagonistas, Dominique Rossi, el fundador de un grupo de lucha antisida, y William Miller, un escritor gay, amante suyo, que hace del escándalo la materia de sus escritos y de la provocación su estilo de vida. Ambos personajes emblemáticos, los dos seropositivos, son observados por Elizabeth, voz narrativa en la novela de García. Ella asiste muy de cerca al proceso de degradación moral de Willie, quien por convicción, delirio o despecho amoroso, decide promover las conductas de riesgos, ensalzar la práctica del barebacking (sexo sin protección), y difundir la idea calumniosa de que el sida fue un invento de los judíos. Siendo él mismo de origen judío, homosexual y persona con VIH, su cruzada mediática sólo revela una penosa deriva de autodenigración y un profundo desprecio por la salud de los jóvenes a los que incita a rechazar la prevención, resultado a su juicio de una conspiración médica a nivel internacional.
Tristán García, novelista de 30 años, nacido casi al mismo tiempo que la epidemia, presenta ésta su primera obra como un cuento moral, y no como el registro puntual de una época que no vivió directamente. A través de la conducta de sus personajes vemos desfilar algunas de las polémicas y situaciones que marcaron esos años de lucha contra el sida. El drama mayor y el irónico infortunio del protagonista es que cuando la ciencia pone a su alcance las posibilidades de supervivencia y la mejoría de su calidad de vida, el daño se ha vuelto irreparable y la desesperación se ha transformado en cinismo destructor. El novelista explora el caso de Willie en toda la extensión de su innegable complejidad moral. (Carlos Bonfil)

S U B I R