China irrumpió en América Latina. El último año, el país asiático aportó uno de cada 10 dólares de inversión extranjera directa (IED) a la región, reveló Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En 2010 las empresas chinas invirtieron 15 mil millones de dólares en América Latina y el Caribe, básicamente a través de fusiones y adquisiciones de compañías relacionadas con el sector energético, de minería y materias primas agrícolas, según un reporte de la Cepal sobre IED, publicado ayer.

Lo que ocurrió es que China irrumpió en América Latina en 2010, caracterizó Alicia Bárcena en conferencia de prensa.

El año pasado los ingresos de IED en América Latina y el Caribe alcanzaron 113 mil millones de dólares, 40 por ciento más que un año antes. La novedad, añadió, es que en ese lapso China contribuyó con 9 por ciento del total de IED a la región. Un año antes, la contribución de ese país al total regional era marginal.

La IED de China en la región durante 2010 fue equivalente a la mitad de la aportada por Estados Unidos, tradicionalmente el mayor inversionista en Latinoamérica y el Caribe, según el reporte La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe, publicación anual de la Cepal.

Gran parte de la IED china se ha concentrado en la frontera de recursos naturales: minería de cobre en Perú, y petróleo en Brasil y Argentina, expuso Bárcena, quien estuvo acompañada en la conferencia por el secretario mexicano de Hacienda, Ernesto Cordero.

La secretaria ejecutiva consideró que los flujos de capital del país asiático hacia la región continuarán siendo importantes en los próximos años y podrían diversificarse hacia los sectores de infraestructuras y manufactura.

Sin embargo, advirtió sobre el riesgo que entraña la creciente entrada de capitales chinos en busca de materias primas para su sector manufacturero. Lo llamó peligro de reprimarización, en alusión a que la demanda de productos primarios pueda lastrar el desarrollo de actividades industriales o de mayor uso de tecnología.

Hasta 2010, de acuerdo con el informe, el mayor receptor de IED china en la región fue Brasil, con un saldo acumulado de 9 mil 563 millones de dólares, seguido por Argentina, con 5 mil 550 millones de dólares. Ambos países concentraron 99.09 por ciento del flujo total hasta ese año, que fue de 15 mil 251 millones de dólares. México, hasta 2010, ha recibido inversión directa del país asiático por 5 millones de dólares.

El mayor receptor de IED en la región durante 2010 fue Brasil, con 48 mil 462 millones de dólares, un crecimiento récord anual de 87 por ciento. En segundo sitio se ubicó México, con 17 mil 726 millones de dólares, 16 por ciento más que el año previo.

Alicia Bárcena destacó que Brasil y México se convirtieron en los principales destinos regionales de inversiones en sectores de alta tecnología y actividades de investigación y desarrollo.

En la presentación del reporte, el secretario Cordero aseguró que la solidez de los fundamentos macroeconómicos de México y los buenos pronósticos de crecimiento consolidaron al país como uno de los principales del mundo en recepción de IED.

El crecimiento de la IED genera en México un impacto positivo, pues está acompañado de la transferencia de tecnologías productivas, conocimiento y acumulación de capacidades de la fuerza laboral, además de que eleva la productividad al orientar sus flujos a sectores intensivos en el uso de tecnología avanzada, dijo.

Por cada tres dólares de IED que ingresa al país, dos dólares tienen como destino sectores intensivos en uso de tecnología avanzada, una proporción que duplica a la del resto de la región, expuso el secretario Cordero.