Damasco, 8 de abril. Alrededor 30 manifestantes murieron y decenas de personas resultaron heridas hoy en protestas antigubernamentales en tres ciudades sirias, al ser reprimidas por fuerzas de seguridad y personal de civil que hicieron disparos. Pero la movilización de este día se extendió a varias ciudades más y también a las regiones de mayoría kurda.

En tanto, la televisión estatal afirmó que 19 miembros de las fuerzas de seguridad murieron y 75 resultaron heridos por disparos de grupos armados durante las protestas en la ciudad de Deraa, epicentro del movimiento que estalló a mediados de marzo en repudio al régimen del presidente Bashar Assad y en reclamo de reformas democráticas.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó firmemente los actos de violencia del gobierno sirio y todo uso de la violencia de los manifestantes, tras la cruenta jornada de este día y de las últimas semanas. Calificó de aborrecible esa violencia y llamó a Damasco a detener tales actos, cesar los arrestos arbitrarios y tortura de prisioneros, y que se permita verificar los sucesos.

En Deraa, unos 100 kilómetros al sur de esta capital, testigos señalaron que habían muerto al menos 22 personas cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra manifestantes de una columna de unos 4 mil que marchaban desde tres mezquitas hacia la plaza central de esa localidad.

En esa ciudad, testigos dijeron que los manifestantes incendiaron un edificio del gobernante Partido Baath y destrozaron una estatua del fallecido hermano del mandatario. Allí, añadieron, había francotiradores en las azoteas y los disparos eran intensos. La televisión mostró imágenes de hombres de civil disparando, según dijo, contra la policía y los manifestantes.

Asimismo, en Deraa fueron cortadas las comunicaciones y la electricidad entre la noche del jueves y la madrugada del viernes, aseguraron residentes.

En Homs, en el oeste del país, se registró la muerte de otras cinco personas, mientras que en Harasta perecieron otras tres, informaron activistas. Los reportes señalaron que en Homs los manifestantes atacaron edificios gubernamentales, cuando han pasado pocos días desde que Assad cesara al gobernador de la región.

Otras protestas tuvieron lugar en ciudad portuaria de Latakia, en Deir al Sor, próxima a la frontera con Irak, y en la pequeña localidad de Banias tras los sermones del rezo del viernes. La consigna era Qué vergüenza que se dispare a manifestantes pacíficos.

Esta semana el presidente Assad anunció algunas reformas en respuesta a las protestas. Anuló las restricciones de trabajo que regían para las mujeres que llevaran el rostro cubierto y ordenó que se concediera la nacionalidad siria a unos 250 mil kurdos. Pero la población kurda no se dio por satisfecha con esta medida al continuar sus protestas en las ciudades de Qashmili, Amuda y Hasake.

Estimaciones de grupos en defensa de derechos humanos señalan que desde que estallaron las protestas en Siria han muerto más de 110 personas. Decenas de manifestantes y algunos personajes de la oposición han sido detenidas. Pero el jueves fueron liberados 48 kurdos que estaban presos.

El presidente del Comité de Defensa de los Derechos Humanos en Siria, Aktham Nayse, hizo un llamado a través de la cadena Al Jazeera para un diálogo con las autoridades.