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México SA

Avitaminosis económica

Nutrientes de importación

Al Ciudadano Desconocido

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Barco con mercancías en el puerto de Veracruz. En febrero, bajo cifras desestacionalizadas, cayeron las exportaciones influidas por el retroceso en las petroleras y por el menor crecimiento de las manufactureras, observa el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de DiputadosFoto Cristina Rodríguez
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a economía mexicana padece avitaminosis: se mueve, sí, pero débilmente, y hasta ahora los pocos nutrientes –por llamarles así– que obtiene son de rigurosa importación (sólo del vecino del norte, de hecho, que tampoco está como para bailar tango) sin que alcancen para mayor cosa, o como diagnostica la Cámara de Diputados, su comportamiento no es lo suficientemente robusto como para superar su nivel observado antes del periodo de crisis, el cual, dicho sea de paso, tampoco era precisamente todo lo sólido y sano que entonces se presumía.

Petición generalizada de los sectores productivos nacionales es que lo que queda del gobierno calderonista centre su atención en la reactivación del mercado interno, y que no se mantenga en el éter mediante la promoción retórica de la sólida recuperación –que al interior del país no se siente– producto, dice, de la súper concentrada actividad exportadora. Si no se reaviva el motor doméstico, difícilmente la realidad coincidirá con el discurso, lo que todos registran excepto en Los Pinos.

En este sentido, la Cámara de Diputados, por medio de su Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), advierte que la información más fresca en la materia confirma que si bien el consumo interno muestra signos positivos, éstos no alcanzan para echar a andar el motor, mientras que la demanda externa sigue siendo la principal fuente de impulso de la dinámica económica nacional. Cierto es que los reportes apuntan a que la economía se expande (aunque no al ritmo necesario), pero también lo es que su crecimiento no es lo suficientemente robusto como para superar su nivel observado antes del periodo de crisis.

A pesar de que en enero de 2011 la actividad económica aumentó influida, en parte, por el alza de las ventas en los establecimientos comerciales, tal crecimiento no fue mayor debido a que el incremento de las remuneraciones reales que se otorgan a los empleados en dichos establecimientos no lo hace en igual medida; lo que representa un freno para la expansión de la demanda interna, apunta el citado centro de estudios. Esta situación podría explicarse, parcialmente, por la influencia que ejerce el nivel que guarda la tasa de desocupación debido a que, por un lado, se mantiene por arriba de la observada antes del periodo de crisis y, por otro, se encuentra al alza en el corto plazo, lo que continúa presionando el mercado laboral y, por ende, la demanda interna.

A lo anterior se suma el registro de la menor dinámica que reporta el sector exportador, lo que podría ser preocupante para la economía mexicana dado que en febrero, bajo cifras desestacionalizadas, cayeron las exportaciones influidas por el retroceso en las petroleras y por el menor crecimiento de las manufactureras. Entonces, el mercado interno se mantiene estancado y el motor externo echa chispas.

En materia de ocupación y empleo, el CEFP señala que la información más reciente correspondiente a febrero de 2011, revela que con datos desestacionalizados la tasa oficial de desocupación nacional fue de 5.28 por ciento de la población económicamente activa (alrededor de 2.5 millones de mexicanos en tan precaria situación), superior en 0.07 puntos porcentuales a la de enero pasado. En cifras no desestacionalizadas, la TD fue de 5.38 por ciento de la PEA, porcentaje inferior al que se registró en el mismo mes de 2010, cuando se situó en 5.43 por ciento. Por otro lado, 8.1 por ciento de la población ocupada declaró tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas, razón por la cual a este subconjunto se les denomina subocupados. Esta cifra mostró un aumento mensual de 0.12 puntos porcentuales con relación al mes inmediato anterior.

Destaca que a febrero el porcentaje de subocupación es más alto en los hombres que en las mujeres, correspondiendo a esta categoría 8.8 por ciento de la población ocupada masculina frente a 6.8 por ciento de la femenina. En el mes de referencia, 28.6 por ciento de los desocupados no completó los estudios de secundaria, en tanto que los de mayor nivel de instrucción representaron 71.3 por ciento. Las cifras para la situación de subocupación son de 45 por ciento y de 54.9 por ciento, respectivamente. Por entidades federativas las tasas de desocupación más altas se observaron en Tamaulipas, con 7.31 por ciento, Sonora (7.29), Tlaxcala (7.1), Chihuahua (6.7) y Tabasco (6.67). En sentido contrario, las tasas más bajas se registraron en Guerrero (1.94), Chiapas (2.32), Campeche (2.51), Yucatán (2.81) y Oaxaca (3.08).

También el Inegi dio a conocer los resultados de la oferta y la demanda final de bienes y servicios correspondientes al cuarto trimestre de 2010, en los que destaca lo siguiente: la primera registró un incremento anual de 7.22 por ciento, la variación más baja de los cuatro trimestres del año. El producto interno bruto, su principal componente, tuvo un crecimiento de 4.59 por ciento anual, en tanto que las importaciones totales lo hicieron en 15.54 por ciento; en cuanto a la segunda, los componentes que la integran tuvieron el siguiente movimiento: el consumo total tuvo un alza de 4.19 por ciento, resultado del aumento en el consumo privado de 4.55 por ciento, y en el del consumo público de 2.01 por ciento; la formación bruta de capital fijo (inversión) se expandió en 6.20 por ciento, y las exportaciones totales lo hicieron en 15.36 por ciento anual.

De acuerdo con las cifras desestacionalizadas se tuvo el siguiente comportamiento: la oferta y demanda final de bienes y servicios tuvo un aumento de 0.45 por ciento en el cuarto trimestre de 2010, con respecto al trimestre inmediato anterior; el PIB creció 1.26 por ciento, y las importaciones de bienes y servicios bajaron 1.42 por ciento. El consumo privado creció 1.12; el gubernamental disminuyó 0.15; la formación bruta de capital fijo creció 2.11 por ciento, y las exportaciones tuvieron una reducción de 1.58.

Las rebanadas del pastel

¿Daños colaterales en la guerra que no es guerra? (Calderón dixit). La Comisión Nacional de los Derechos Humanos informó que de 2006 a 2011 registró un total de 5 mil 397 expedientes de personas reportadas como extraviadas o ausentes, además de 8 mil 898 de cuerpos que no fueron identificados o cuyas causas de muerte no fueron aclaradas (La Jornada). El siguiente paso es la Tumba del Ciudadano Desconocido.