Morelia, Mich., 3 de abril. Ante la crisis económica, la repatriación de indocumentados y el aumento de tierras ociosas por falta de inversión, el número de jornaleros agrícolas en Michoacán se incrementó, afirmó la presidenta del Consejo Estatal de Población (Coespo), Clara Ochoa Valdés. Recordó que hace cinco años se calculaba que 60 mil familias laboraban en la recolección de frutas, hortalizas y otros cultivos, y actualmente suman más de 80 mil.

La competencia abarató la mano de obra: un jornalero ganaba en promedio entre 100 y 140 pesos diarios, percepción que ha disminuido alrededor de 20 por ciento, mientras a mujeres y niños se les paga a destajo para que no obtengan más de 70 pesos diarios, indicó la funcionaria.

Con apoyo de estudiantes del Colegio de Bachilleres y el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) y de otras instituciones de educación media superior, el Coespo realiza desde octubre de 2010 estudios en 70 municipios sobre el comportamiento de los campesinos migrantes que alquilan su fuerza de trabajo en zonas productoras de frutas como Los Reyes, Apatzingán, Uruapan, Zamora y Tanhuato, entre otras.

Los primeros resultados demuestran que 60 por ciento de los jornaleros provienen de las zonas indígenas de la meseta purépecha, de la costa nahua y de la mazahua, en el oriente del estado. Pensábamos que la mayoría provenía de otros estados, pero no es así; tampoco laboran sólo en unas cuantas regiones, dijo Ochoa Valdés.

Otro descubrimiento es que los jornaleros se asientan de manera irregular cerca de las zonas donde laboran, principalmente en Coahuayana, Yurécuaro y Tanhuato. Después de los daños que causaron las heladas en Sinaloa, en febrero anterior, muchos jornaleros llegaron a Michoacán para sumarse a los miles que trabajan en las zonas de cultivo del estado.

La investigación del Coespo también detectó nuevas zonas de cultivo donde se contrata a jornaleros, por ejemplo, los municipios de Coahuayana, las nuevas zonas productoras de aguacate, y la región frutícola de Los Reyes.

Cuarenta por ciento de los jornaleros que laboran en Michoacán llegan de Guerrero, Oaxaca y Chiapas y se quedan seis o siete meses.