En febrero de este año el crédito vigente de la banca comercial otorgado al sector productivo del país continuó consolidándose, después de que hace apenas un año se mantenía todavía con tasas negativas. Sin embargo, la experiencia de México muestra que la expansión sostenida del crédito requiere un entorno macroeconómico favorable (baja inflación, crecimiento del PIB y del ingreso de las familias), además de que no existan desequilibrios macroeconómicos.

De acuerdo con los más recientes informes del Banco de México, el crédito de la banca comercial al sector privado en febrero de este año alcanzó un billón 779 mil 100 millones de pesos, lo que significó una expansión de 6.5 por ciento en términos anualizados. De este saldo, 403 mil 900 millones de pesos fueron al crédito al consumo, que aumentó 6.6 por ciento.

El saldo del crédito a la vivienda fue de 365 mil 400 millones de pesos y creció 4.8 por ciento, y el crédito a empresas no financieras y personas físicas con actividad empresarial tuvo un saldo de 958 mil 500 millones de pesos, un incremento de 8.1 por ciento.

Desde 2008 el crédito al consumo (tarjetas de crédito, préstamos para automóviles y otros bienes duraderos) mostró tasas de crecimiento negativas y así se mantuvo hasta octubre de 2010. En noviembre pasado presentó su primera tasa de crecimiento real anual positiva de 0.3 por ciento; en diciembre aumentó a 2.6, en enero de 2011 fue de 4.8, y en febrero de 6.6 por ciento.

La contracción del PIB afectó el crédito a empresas, pues en la primera mitad de 2009 ese financiamiento se desaceleró y hacia final de ese año era negativo. La contracción continuó durante los primeros cinco meses de 2010 y a partir de junio volvió a crecer. Al final de 2010 su tasa de crecimiento real anual fue de 4.3 por ciento; en enero de 2011 fue de 6.4 por ciento y en febrero registró un alza de 8.1 por ciento.

Desde abril de 2010 se observa una reactivación del crédito al sector privado. Después de la recesión de 2009, el crédito al sector privado se vio afectado temporalmente hasta abril del año pasado. Pero al cierre de 2010 todos los componentes del crédito mostraron una tasa de crecimiento real positiva, es decir, por encima de la inflación.