Opinión
Ver día anteriorDomingo 3 de abril de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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¿La Fiesta en Paz?

¿Otras empresas, otra fiesta?

Colombia se antitauriniza con Anselmi detrás

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ientras las televisoras –premiadas o sin premiar por el futurista secretario de Educación Pública– continúan entrevistando, pero en realidad alcahueteando a uno de los enterradores de la tradición taurina de México y el país se deshace con el pretexto de torpes guerras contra el narcotráfico, los empresarios taurinos maternalistas, colonizados y dependientes siguen sin entender que sin recuperar el toro bravo con edad y trapío, esta pobre versión de fiesta tiene sus días contados.

Ante el surgimiento de nuevos empresarios llama la atención el divisionismo que prevalece entre los taurinos, condición sine qua non para que la fiesta de los toros continúe como hasta ahora, es decir, sin rumbo y a merced de acomplejados señoritos feudales a los que les interesa un comino fortalecerla. En cuanto otras manos, más sensibles y comprometidas con el toro, toman las riendas de un coso, ocurre el milagro de que el público ve lidiar toros y no su aproximación.

El pasado viernes, gracias a los sanos criterios del nuevo empresario Juan Huerta, la plaza de la ciudad de Puebla aplaudió asombrada un bien presentado encierro de Santa María de Xalpa que provocó la emoción del público y puso a prueba la técnica y la estética de los alternantes. Más que por la terna vine por los toros, después de haberlos visto en las corraletas, comentó un buen aficionado. Y sí, esta fiesta es de toros para toreros suficientemente estimulados, no de novillones para famosos descaradamente apañados.

Es que en estos tiempos los públicos ya no distinguen entre el auténtico toro y el novillo engordado, terció un ganadero. Ese es problema de los públicos, respondí, que nunca han sido conocedores, pero siempre han sabido sentir la emoción del toro, por eso han dejado de ir a las plazas, porque lo que se torea no los hace sentir. La lidia tiene trascendencia, no sólo utilidades, cuando la dignidad animal de las reses es respetada por ganaderos, empresarios, toreros y autoridades. Haber descuidado lo anterior convirtió a México en el Hawai taurino del mundo y en hazmerreír de las figuras importadas, gracias a promotores adinerados, pero sin idea.

Según noticia difundida por el diario colombiano El Espectador, en ese país se ha integrado un bloque legislativo contra las corridas de toros cuyos miembros propondrán un referendo  antitaurino. Ello a raíz de la celebración del Congreso de la Protección Animal y el Medio Ambiente. Al referirse a las corridas de toros en Colombia, el senador del Partido Liberal, Camilo Sánchez, explicó que hay intereses muy grandes de la gente que tiene el poder en el país, por lo cual, por vía del referendo se buscará acabar con esa práctica.

Al igual que sucedió el año pasado en Quito, la capital ecuatoriana, ciertas corrientes políticas, más o menos atentas a las diversas formas de coloniaje y saqueo, además del maltrato a los animales de lidia –que no tienen otra misión que acometer con mayor o menor bravura, edad y trapío a lo que tengan enfrente– perciben el tufo elitista y colonizado por parte del criollismo local, renuente a promover una tauromaquia colombiana para beneficio de los toreros colombianos, no sólo de los españoles.

Por su entusiasta parte, la colombiana Asociación Pro Defensa de la Fiesta Brava (Asotauro), que dirige Luis Alfonso García Carmona, señaló que “ahora más que nunca debemos acercarnos a los parlamentarios en nuestra respectiva región y contrarrestar el adoctrinamiento antitaurino que ya empezaron a recibir. Sigamos con la ‘operación padrino’, en la que cada taurino se compromete a hacer contacto con los parlamentarios que conozca e informemos a Asotauro de cada uno de los contactos efectuados, para planificar una estrategia efectiva”.

Pero de cuestionar con conocimiento de causa y perspectiva socio-económica, cultural y política la dependiente fiesta de toros de Colombia, como en el resto del continente, nada. Por cierto, ¿sabe usted quién se comprometió a ayudar al senador Camilo Sánchez con abundantes fondos de la fundación suiza Franz Weber? Leonardo Anselmi, el hábil animalista argentino que logró la prohibición de las corridas de toros en Cataluña. Pobre fiesta, entre negligentes y compasivos.