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Dio una charla sobre su libro Tiempos de guerra y paz, a beneficio del Museo de Arte Popular

La ONU, única instancia que debe actuar para pacificar Medio Oriente: Bremer
 
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de marzo de 2011, p. 8

Los problemas en Medio Oriente se han acumulado por la falta de renovación interna de las estructuras políticas, el muy evidente déficit de democracia y la mala distribución de la riqueza: es un compuesto muy combustible ante el cual sólo puede actuar, para pacificar la zona, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sostiene Juan José Bremer.

El diplomático y ex director del Instituto Nacional de Bellas Artes ofreció la tarde del lunes una charla a propósito de su libro Tiempos de guerra y paz (editorial Taurus), a beneficio de la Asociación de Amigos del Museo de Arte Popular.

Una bomba de tiempo

Ante decenas de personas interesadas en el desarrollo de los recientes conflictos mundiales, Juan José Bremer, ex embajador en Reino Unido, Estados Unidos, España, Alemania, Suecia y la otrora Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas explicó que la ONU es la única institución por la que debe pasar la acción colectiva de pacificación en Medio Oriente.

Lo que sucede en esa región, aseveró, es una bomba de tiempo, aunque reparó en el hecho de que no existe en los disturbios un componente de orden internacional: no se han quemado banderas de Estados Unidos o Israel, los detonadores han sido más los problemas internos, lo que hace más difícil una intervención desde fuera.

Respecto de su libro Tiempos de guerra y paz señaló que se trata de un libro de historia, pero no es el fruto de una decisión académica, es más una imposición de la vida, el fruto de una experiencia, producto de sus 22 años como embajador de México en varios países.

“Afortunadamente los latinoamericanos hemos vivido al margen de los cataclismos que en Europa han significado las guerras, por eso decidí compartir esa experiencia que viví en esos países, cuando era imposible estar allá sin escuchar las historias, los recuerdos familiares, los relatos vivos de muchas personas que fueron afectadas por las guerras, sobre todo las dos mundiales.

Lo viví muy en carne propia y sentí que era una historia interesante, además por los congresos de paz con los que terminaron. Lo que me disparó finalmente a hacerlo es que tuve la fortuna de vivir el colapso soviético en Moscú, la unificación alemana y el 11 de septiembre en Washington, es decir, el peso de la historia, el sentir cómo ésta se nos puede venir encima de golpe y cambiar nuestra vida diaria.

Bremer detalló que en la actualidad estamos a la mitad de un antes y un después, “en un mundo multipolar, con una nueva dinámica, con muchos jugadores muy poderosos en el tablero, pero nos faltan las reglas del juego, las cartas de navegación de una nueva situación. Necesitamos un nuevo mapa internacional, actualizarlo.

El problema de nuestro tiempo es que, como en los capítulos anteriores, no tenemos la presión de un cataclismo, lo que llama Fernando Savater las lecciones del precipicio. Estamos a la espera de que quienes ocupan el poder piensen en grande, concluyó.