Pekín, 6 de marzo. Dirigentes políticos y medios de información chinos descartaron hoy que las movilizaciones populares que están ocurriendo en el mundo árabe se repitan en esta nación, pues las condiciones sociales y económicas son distintas, y denunciaron que las convocatorias en sitios en Internet fueron hechas desde el extranjero.

Los señalamientos se produjeron el mismo día en que la policía de la capital y de ciudades como Shangai patrulló sus respectivas zonas céntricas, en previsión a los llamados a participar en las manifestaciones de jazmín, que no implican concentraciones, expresión de consignas ni exposición de carteles.

La convocatoria sólo propone deambular todos los domingos con una sonrisa por populares calles comerciales como la llamada Wangfujing de Pekín. El texto de la invitación no es accesible desde China a través de los sitios Facebook, Twitter y Youtube, porque están bloqueados en este país.

Para evitar la detección en Internet, los organizadores de las manifestaciones iniciadas el 20 de febrero aluden a las reuniones anuales de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, que se celebran siempre en marzo.

El portavoz de la conferencia, Zhao Qizheng, calificó de absurdas las suposiciones de que la chispa de las revueltas en el mundo árabe pueda prender en China.

El diario Qinonianbao de Pekín, vocero de las juventudes comunistas, denunció a su vez que unas cuantas personas malintencionadas en China y en el extranjero intentan instigar a una política callejera en reuniones ilegales.

Las restricciones a esas manifestaciones también fueron extendidas a la prensa, por lo que al menos 15 periodistas que acudieron al sitio de la convocatoria en Shangai fueron detenidos por policías durante unas horas y recibieron la notificación oficial de que sus permisos como corresponsales pueden ser cancelados si intentan cubrir estas actividades de los opositores políticos.