Con la idea de dar un viraje a la agenda del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y enfatizar el sentido social en el programa de trabajo partidista, Humberto Moreira Valdés asumirá mañana la presidencia nacional del tricolor. Acompañado por Cristina Díaz en la secretaría general, el ex gobernador de Coahuila presentará el nuevo proyecto, en el que subraya que mediante el empleo, el desarrollo y el combate a la pobreza se hará frente al problema de la inseguridad que agobia el país.

Todo lo anterior, sin descuidar los procesos electorales en puerta, destacadamente el del estado de México, que considera prioridad nacional para el PRI, y el de Michoacán, hasta dónde planea trasladar al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) en pleno, para atender in situ las exigencias de una elección que marca el inicio de la selección interna del candidato presidencial.

Si bien Moreira intervendrá en el proceso mexiquense, los trabajos preparatorios están avanzados, por lo cual el peso recaerá en el gobernador de la entidad, Enrique Peña Nieto, quien de acuerdo con el priísmo local lleva mano en la definición de su sucesor y, por tanto, de la conducción de la campaña.

La elección en Michoacán tiene ingredientes que la nueva dirigencia considera estratégicos para el camino del tricolor hacia 2012. De una parte, porque ese estado simboliza al cardenismo.

Además, es la cuna del presidente Felipe Calderón, independientemente de que su hermana, Luisa María, se convirtiera en la candidata panista al gobierno del estado, por lo que una victoria del PRI, consideran, lo posiciona favorablemente hacia 2012.

El cambio de estafeta se llevará a cabo el mediodía del viernes en la ciudad de Querétaro. A la ceremonia se espera la asistencia de unos 15 mil simpatizantes, además de los integrantes del Consejo Político Nacional, los 19 mandatarios estatales, gobernadores electos, diputados y senadores.