Cuernavaca, Mor., 2 de marzo. Cientos de choferes de unidades de transporte urbano pararon labores en la zona conurbada de la ciudad y durante seis horas bloquearon algunas entradas a la capital, en protesta porque el ayuntamiento reanudó las obras de la segunda etapa de pavimentación de la avenida Morelos, lo que, aseguran, cada día les provoca la pérdida de 400 mil pesos.

Por segundo día consecutivo Cuernavaca se vio desquiciada. Apenas 24 horas antes decenas de transportistas de carga afiliados a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) cerraron cuatro horas los principales accesos a la capital, en protesta porque el 17 de febrero el gobierno municipal canceló dichas obras, lo que dejó sin empleo a unos 500 trabajadores.

Desde las primeras horas de este miércoles, encabezados por el líder de la Federación Auténtica de Transportes del Estado de Morelos, Dagoberto Rivera Jaimes, operadores de transporte urbano paralizaron unas mil 800 unidades de las rutas 2, 3, 5, 7, 12, 13, 18 y 19, en perjuicio de miles de usuarios.

Bloquearon entradas y salidas de la ciudad; el primer cuadro se volvió prácticamente intransitable debido a que los transportistas de carga opositores a la pavimentación de la avenida Morelos estacionaron unidades en las calles.

Después del mediodía, el subsecretario de Gobierno estatal, José Luis Bolaños Aguilar, informó que el paro afectó a 50 por ciento de los usuarios en los municipios de Cuernavaca, Emiliano Zapata, Jiutepec, Temixco, Huitzilac y Xochitepec.

Advirtió que si los choferes continuaban con su protesta se aplicaría la Ley de Transportes del estado, que estipula multas económicas hasta de 100 salarios mínimos e incluso el retiro de concesiones, pues se violaron los derechos de los morelenses que fueron víctimas de la suspensión del servicio.

Bolaños Aguilar negó que el gobierno del estado, encabezado por el panista Marco Antonio Adame Castillo, azuze a las organizaciones de transporte de la Federación Auténtica de Transportes del Estado de Morelos para presionar al alcalde priísta Manuel Martínez Garrigós a fin de que cancele la obra.

La posición del gobierno del estado ha sido coadyuvar para que se encuentren las mejores soluciones, siempre respetando la soberanía municipal, las atribuciones legales del municipio y, sobre todo, sus decisiones, manifestó.

Martínez Garrigós había acusado a Adame Castillo de meter las manos en el conflicto y de azuzar las protestas contra dicha obra pública, las cuales lo llevaron a suspender los trabajos el 17 de febrero. Sin embargo, el pasado martes, ante las protestas de los transportistas afiliados a la CTM, anunció la reanudación de las obras.

Después de las 12 horas, los choferes levantaron el paro, retiraron los bloqueos y reanudaron el servicio, no sin demandar al ayuntamiento que las obras en avenida Morelos sólo se realicen por las noches para que nos les afecten.

Luego de nueve horas de negociaciones, los comerciantes, vecinos y transportistas aceptaron no volver a manifestarse y el ayuntamiento aceptó que los trabajos sean vigilados por un consejo ciudadano formado por integrantes de El Colegio de Ingenieros y Arquitectos de Morelos. El gobierno estatal y el municipal también prometieron apoyos en especie a quienes han resultado afectados por la obra.

Falta de planeación y oportunismo político

La primera etapa de pavimentación de la principal avenida de Cuernacaca –atraviesa de sur a norte la ciudad– comenzó a mediados de diciembre pasado, y desde los primeros días provocó la molestia de vecinos, comerciantes y transportistas de pasajeros, debido a que el ayuntamiento no acondicionó vías alternas ni presentó un proyecto ejecutivo de obra.

El conflicto se politizó a mediados de febrero, cuando vecinos y comerciantes de la zona recibieron el apoyo de un grupo de transportistas urbanos, a quienes, según Martínez Garrigós, panistas encabezados por el gobernador Marco Antonio Adame les habrían ofrecido regalarles concesiones con miras a las elecciones locales de 2012, cuando se renovarán la gubernatura, los 33 ayuntamientos y el Congreso local.

El gobierno del estado negó las acusaciones del edil priísta, pero el 16 de febrero tuvo lugar una protesta de comerciantes y choferes agremiados a la Federación Autentica de Transportistas de Morelos; un día después, Martínez Garrigós anunció la cancelación de la segunda etapa de pavimentación de la vía porque el mandatario estatal había enviado a transportistas a boicotear la obra, supuestamente porque él encabeza las preferencias para ser el próximo gobernador.