Minnesota, 2 de marzo. El comisionado Roger Goodell y los 10 miembros del comité laboral de dueños de equipos de la NFL abandonaron la sesión de mediación con el sindicato de jugadores después de unas cuatro horas de conversaciones en las que no se llegó a un arreglo, mientras un juez federal determinó que la liga violó un acuerdo que tenía con los futbolistas al obtener para sí misma 4 mil millones de dólares en ingresos adicionales por derechos de televisión.

El contingente de la plana mayor de la NFL abordó camionetas negras para trasladarse a un hotel ubicado a unos 40 kilómetros donde se reunirían los 32 dueños de equipos y 20 minutos después el grupo de negociación de la asociación de jugadores salió del edificio y se dirigió al cuartel general de la unión, ubicado a unas cuadras de la sede de la agencia de mediación del gobierno federal estadunidense.

El presidente de la unión, Kevin Mawae, y el mariscal de los Santos de Nueva Orleans, Drew Brees, acudieron por primera vez a la mediación.

El convenio laboral expira a la medianoche del jueves (hora del Este en Estados Unidos), y existe la posibilidad de que los dueños de equipos decreten un cierre patronal (lock out) o que la unión pierda su certificación. Lo que suceda esta semana podría provocar que el deporte más popular en Estados Unidos pierda partidos de su próxima temporada y tenga su primer cierre patronal desde 1987.

Sin embargo, dueños y jugadores podrían resolver sus diferencias en un negocio deportivo que genera ingresos por más de 9 mil millones de dólares anuales.

Obviamente, hasta ahora no hemos sido exitosos en las negociaciones, pero somos optimistas en que a su debido tiempo lo lograremos, comentó el dueño de las Panteras de Carolina, Jerry Richardson.

Jeff Pash, principal negociador de la liga, reiteró que es posible que se extienda la fecha límite para lograr un acuerdo. Tenemos que ver en qué situación estamos. Hemos dicho que esa es una alternativa. No estamos descartando nada, dijo Pash.

El principal punto de discordia es cómo dividir los ingresos de la liga. También hay diferencias sobre una escala salarial para novatos, el deseo de los dueños de aumentar la temporada regular de 16 a 18 partidos y los beneficios para los jugadores retirados.

En tanto, el juez federal David Doty, de Minneapolis, indicó que apoya al Sindicato de Jugadores en la disputa por los ingresos de televisión, mientras que el sindicato argumentó que la liga estaba reuniendo dinero para prepararse para un paro de actividades en caso de que ambas partes no lleguen a ningún arreglo.

Ahora se demuestra que hay pruebas irrefutables de que los propietarios tenían un plan premeditado durante más de dos años para bloquear a jugadores y aficionados. Nosotros queremos jugar al futbol, esa es la única meta en la que estamos concentrados, indicó el sindicato en un comunicado.

La liga señaló que esta decisión no tendrá ningún efecto en nuestros esfuerzos conjuntos para negociar un nuevo y equitativo contrato laboral.