La Agencia Espacial Mexicana (AEM) no surge de la nada, pues el país posee condiciones industriales, académicas y científicas sólidas, así como una amplia plataforma y una agenda de proyectos espaciales y en telecomunicaciones óptima para desarrollarla, aseguraron académicos universitarios.

En conferencia, informaron que a mediados de este mes la junta de gobierno de la agencia emitirá una convocatoria para nombrar a su primer director. Aunque hay muchos candidatos, confiaron en que el elegido posee reconocimiento académico, gran liderazgo, visión y conocimiento del sector.

Recordaron que el Congreso de la Unión aprobó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (que encabeza la Junta de Gobierno de la AEM) recursos por 100 millones de pesos para el arranque formal del proyecto este año.

José Franco, vicepresidente de la Academia Mexicana de Ciencias e investigador del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México; Gerardo Ferrando Bravo, de la Academia de Ingeniería; Sergio Viñals, coordinador del Programa Espacial del Instituto Politécnico Nacional, y Tomás Viveros, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) –estos tres últimos, miembros de la junta de gobierno de la AEM–, dieron a conocer parte de los resultados de los foros de discusión, ordenados por ley, que se desarrollaron para empezar a gestar el proyecto.

Temas centrales

Franco indicó que en éstos se abordaron cuatro temas centrales: desarrollo industrial, investigación científica y tecnológica, formación de recursos humanos y la relación de México con el resto del mundo en este tema.

Auque México, dijo, no comenzará con la creación de cohetes espaciales o con la promoción de expediciones, sí tiene proyectos grandes que impulsar en telecomunicaciones, observación de la Tierra, astronomía, astrofísica, así como en la construcción de satélites, aseveró por su parte Viñals.

En tanto, Ferrando explicó que el trabajo espacial en México no parte de cero, pues desde la década de los años 50 se ha trabajado. Subrayó que parte del trabajo de la AEM será apoyar, fortalecer y coordinar los trabajos, investigaciones, proyectos y financiamientos desarticulados que hoy existen en el tema aeroespacial.

Aunque aún se convocará a un foro de conclusiones, a partir de los trabajos previos –en los que participaron casi 500 ponentes de México y el extranjero, 360 de manera presencial, de los sectores académico, gubernamental y empresarial– se encontró que en el sector industrial México tiene fortalezas, sobre todo en la aeronáutica, para impulsar los trabajos de la AEM.

Asimismo, en lo académico se concluyó que actualmente existen en el país más de 100 investigadores (físicos, matemáticos, astrónomos, ingenieros, médicos civiles y militares), vinculados con el trabajo espacial. Además, será fundamental la formación de recursos humanos para el desarrollo y consolidación del proyecto.

El representante del Conacyt aseveró que introducir a México en el tema espacial abre una puerta más para el desarrollo nacional. Comentó que la atención de fenómenos del medio ambiente, la prevención de desastres, creación de satélites e investigaciones permiten colocar al país como puntero e impulsar su desarrollo.

Los investigadores confiaron en que el proyecto de la AEM será más que una expectativa sexenal, por lo que se pronunciaron por la asignación de recursos multianuales basados en los proyectos de trabajo del organismo.