Sociedad y Justicia
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Inaugura José Narro la 32 Feria Internacional del Libro en el Palacio de Minería

La verdadera lucha en México debe ser contra la ignorancia, clama el rector de la UNAM

Llama a reforzar la confianza en el estado de derecho y en el gobierno de leyes

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Ayer fue inaugurada la edición 32 de la Feria Internacional del Libro, en el Palacio de Minería. La apertura corrió a cargo del rector de la UNAM, José Narro, y del gobernador del estado de México, Enrique Peña NietoFoto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Jueves 24 de febrero de 2011, p. 45

La verdadera lucha que se debe dar en el país es contra la ignorancia, aseguró el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles.

Al inaugurar la edición 32 de la Feria Internacional del Libro (FIL) del Palacio de Minería, subrayó que un pueblo sin educación simplemente no puede aspirar a ser verdaderamente libre: En pleno siglo XXI, en la era del conocimiento, la educación aún tiene grandes enemigos: los sociales, como la pobreza y la exclusión, y otros, como el autoritarismo, el dogmatismo, el oscurantismo, la superchería y la falta de imaginación y decisión para construir una sociedad mejor.

Narro Robles sostuvo que el fomento de actividades que enriquecen el espíritu siempre ha sido importante para afianzar los valores humanos. Pero lo es más hoy, cuando estamos en una inédita etapa de violencia, inseguridad y desconfianza. Necesitamos vivir en paz y de manera civilizada; no podemos aceptar una vida cotidiana sumergida en la zozobra.

Hoy que vivimos situaciones de apremio –continuó–, cuando el crimen y la violencia rebasan la tolerancia ciudadana, “es hora de afianzar nuestra confianza en el estado de derecho, en el gobierno de leyes para devolvernos la tranquilidad perdida.

Aun en los peores momentos, debemos tener la certeza de que los autoritarismos de cualquier signo constituyen un peligro para la sociedad. Aun en los peores momentos, debemos estar seguros de que lo más importante para la sociedad son sus libertades y que ellas están mejor protegidas por un Estado donde impere la ley.

Para ello, aseveró, no se requiere regresar al vetusto ogro filantrópico, pero tampoco al rancio Estado gendarme. Lo que se necesita, dijo el rector de la máxima casa de estudios, es simple y llanamente vivir en una sociedad educada, estable y cohesionada por un gobierno de leyes imparciales, donde la justicia se imparta sin excepciones, donde se atiendan de verdad y a fondo las necesidades de los que menos tienen. No podemos dejar que la situación actual afecte nuestros valores y principios.

Durante la ceremonia estuvo acompañado por el secretario de Educación del Gobierno del Distrito Federal, Mario Delgado; la titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar; el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, Victórico Albores Santiago, y funcionarios universitarios, así como por el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto.

Un espacio como esta Feria del Libro es un medio para reivindicar la libertad. La libertad de pensar, pero también la de caminar por nuestras calles a cualquier hora, la libertad de reunirnos con los amigos, de ser nosotros mismos sin pedir permiso, reiteró Narro.

Este espacio, sostuvo, es también una convocatoria a combatir la ignorancia: Ésa es la verdadera lucha que debemos emprender. Tenemos que hacerlo porque no estamos de acuerdo en que el promedio de escolaridad en nuestro país sea menor a nueve años de educación formal; porque nos preocupa que tengamos 33 millones de mexicanos mayores de 15 años en rezago educativo y en razón de que muchos sentimos vergüenza y una enorme deuda por la existencia de cerca de seis millones de analfabetas.

Dijo que los más afectados por la falta de opciones educativas son, los de siempre: los pobres, mujeres, indígenas y discapacitados, cuando la educación en nuestro país es un derecho social garantizado por nuestra Carta Magna, pero en la realidad esto no se cumple como se debe.

Entre los indígenas, por ejemplo, continuó, una de cada cuatro personas mayores de 15 años es analfabeta, y casi la mitad no ha terminado la primaria. Todavía peor: casi nueve por ciento de los niños indígenas de entre 6 y 14 años no asiste a la escuela.

En cuanto a las mujeres, pese a lo que representan, señaló que entre ellas se encuentran casi dos tercios de la población analfabeta y cerca de 80 por ciento de los jóvenes que no estudian ni trabajan.

Narro Robles señaló a la cultura autoritaria como otro de los enemigos de la educación, al igual que el pensamiento dogmático y la falta de innovación, esa carencia de curiosidad por buscar maneras diferentes de hacer las cosas. Es inconcebible que todavía en pleno siglo XXI el saber y la verdad científica enfrenten amenazas provenientes de la ignorancia y el dogmatismo, del oscurantismo y la superchería.