La mitad de la bancada del PRD en el Senado respaldó la postura de Andrés Manuel López Obrador y consideró que se le debe conceder la licencia que solicita, porque con ello busca llamar al pueblo a romper con esa política entreguista con el gobierno de Felipe Calderón que impulsa la dirección nacional perredista, encabezada por Jesús Ortega.

Doce de los 26 senadores perredistas, entre ellos Pablo Gómez, Arturo Núñez, Carlos Sotelo, Yeidckol Polevnsky, María Rojo, Rosalinda López, Tomás Torres y Alfonso Sánchez Anaya, advirtieron que el ex jefe de Gobierno capitalino tiene derecho a llamar a la ciudadanía para que ésta decida sobre el diferendo político en torno a la alianza con el PAN en el estado de México.

En un pronunciamiento público, signado también por Lázaro Mazón, Armando Contreras Castillo, José Luis García Zalvidea y Arturo Herviz –este último lo hizo vía telefónica, ya que debió viajar a Bogotá–, advirtieron que López Obrador lo que busca es poner un alto a la política divisionista y destructora que lleva a cabo la dirección nacional del PRD, que se encuentra aliada a Calderón y al PAN.

Dijeron que no es aceptable una consulta de antemano fraudulenta, ya acordada públicamente con Acción Nacional, para decidir sobre la más grande discrepancia concreta del momento en el seno de la izquierda.

Los senadores le recordaron a Jesús Ortega que la dirección nacional no es titular de derechos que en realidad corresponden a todos los miembros del PRD. Si es inevitable la división, debido a la ilegal e ilegítima alianza con el PAN, que el pueblo decida en las urnas, dejando en libertad a todos para obrar de conformidad con sus convicciones.

Advirtieron asimismo que al grupo encabezado por Ortega no le importa la suerte del PRD ni de la izquierda mexicana, sino exclusivamente el cumplimiento de sus propios compromisos con Calderón.

Llevar al principal partido de la izquierda nacional al plano de complacer las necesidades e intereses del PAN y de su líder Calderón, significa tratar de borrar del mapa político mexicano a la propia izquierda como alternativa vital y actuante.