Quince días después de iniciar operaciones, la línea 3 del Metrobús, que corre de Tenayuca a Etiopía, presenta rezagos que amenazan la seguridad de los usuarios y ponen en duda la calidad prometida del servicio, como es la falta de semáforos peatonales en la mitad de sus 32 estaciones y la ausencia de señalamiento vertical de la prohibición de dar vuelta a la izquierda, que es atendida en forma rudimentaria por personas que portan señales de mano, informó El Poder del Consumidor.

Daniel Zamudio, ingeniero en transporte e integrante de la asociación civil, explicó que a ello se suman cables expuestos de instalaciones eléctricas, señalización equivocada en las estaciones y la presencia de vendedores ambulantes y puestos de comida que usan tanques de gas que colindan con el carril confinado, lo cual eleva exponencialmente el riesgo para usuarios y vecinos de la zona.

Las estaciones que no cuentan con semáforos peatonales son Etiopía, Obrero Mundial, Centro Médico, Hospital General, Cuauhtémoc, Mina, Ricardo Flores Magón, Tlatelolco, Tolnáhuac, Coltongo, Poniente 128, Poniente 134, Montevideo, La Patera, Tres Anegas; además se reporta la desaparición de banquetas en Ricardo Flores Magón, Guerrero y Tlatelolco.

En varias estaciones se aprecian cables expuestos por instalaciones eléctricas incompletas, lo cual representa un riesgo para los usuarios, como sucede en Centro Médico, Ricardo Flores Magón y Guerrero, o bien señalización equivocada al indicar las áreas exclusivas para mujeres, niños y personas de la tercera edad, lo cual ha generado desconcierto, malestar y pérdida de tiempo entre usuarios.

A ello se suman la ausencia de señalización vertical en el exterior de 14 estaciones para indicar al público el nombre de la misma, como sucede en Etiopía, Obrero Mundial, Jardín Pushkin, Mina, Ricardo Flores Magón, Hospital La Raza, Héroe de Nacozari, Magdalena de las Salinas, Tlatelolco, Tolnáhuac, Coltongo, La Patera, Júpiter y Progreso Nacional, y que la estación Obrero Mundial ha permanecido fuera de servicio.

Por ello, dijo, es urgente que las autoridades capitalinas atiendan estas deficiencias y revisen las condiciones de seguridad de las calles, pues uno de los argumentos para entregar la línea a la iniciativa privada fue la búsqueda de un servicio de excelencia y eso, en términos de seguridad, no se está cumpliendo.