Roma, 13 de febrero. Miles de mujeres y hombres se manifestaron este domingo en más de 200 ciudades italianas, además de localidades de Europa, Estados Unidos y Asia, para decir no al machismo y exigir la renuncia del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, por sus recientes escándalos sexuales.

Desde Milán hasta Sicilia y en 50 ciudades de varios países como Atenas, Ámsterdam, Bélgica, Tokio, París, Madrid, Nueva York y Honolulú se escucharon consignas como Italia no es un burdel, Soy mujer y digo basta o Ciento por ciento italiana, cero por ciento Berlusconi.

En Roma, donde se realizó una de las mayores concentraciones, la protesta arrancó con un minuto de silencio y con la pregunta: Si no es ahora, ¿entonces cuándo? Desde la tribuna en la Plaza del Pueblo, la actriz Angela Finnocchiaro proclamó: Somos más de un millón en Italia y en el mundo.

Monjas, militantes de izquierda, abuelas, funcionarias y estudiantes, acompañadas de opositores al gobierno de Il Cavaliere, protestaron contra la imagen de la mujer que transmiten los medios y los políticos italianos, e hicieron un llamado a terminar con la discriminación de la mujer y reivindicar su derecho a trabajar.

No soporto avergonzarme de mi país o Voy a volverme loca si vuelvo a oír que las mujeres sirven para distraer a los hombres, fueron los mensajes leídos en tribuna que mujeres famosas y desconocidas publicaron en el blog senonoraquando (sinoesahoracuando).

Piden sacarlo del Consejo Europeo

En una lluviosa Milán en la Plaza Castello, miles de personas fustigaron la imagen indecente que Berlusconi proyecta de Italia.

En Nápoles, los organizadores estimaron la asistencia de 100 mil participantes, mientras decenas de miles salieron a las calles de Palermo, Messina, Trieste, Bolonia, Florencia y Catania.

En Venecia, unas nueve mil personas se manifestaron contra un modelo de relación hombre-mujer propuesto por una de las personalidades más importantes del Estado; en Bari y en Palermo salieron a las calles 10 mil manifestantes; en Génova cinco mil, mientras en Roma los organizadores estimaron entre 50 mil y 100 mil participantes.

Fuera de Italia, mil personas protestaron en París y cientos más se manifestaron en el centro cultural italiano de Tokio. No estamos en venta, Debes irte ahora, se leía en algunas pancartas en Bruselas, mientras otros mensajes pedían que se excluya a Berlusconi del Consejo Europeo.

En un país que encabeza las listas europeas de desempleo y muerte por violencia machista, de acuerdo con medios regionales, y donde las mujeres de mediana edad han sido votantes claves del primer ministro, éstas consideran que Berlusconi ha herido su dignidad.

El premier está implicado en un escándalo sexual con la marroquí Karima Mahroug, alias Ruby, cuando ésta era menor de edad. En enero fue acusado de haber utilizado, entre febrero y mayo de 2010, los servicios sexuales de la joven, así como de interceder ante la policía para liberarla tras ser detenida por un supuesto robo en mayo.

“El caso Ruby ha revelado un sistema de selección política basado en el intercambio de sexo por poder”, dijo Iaia Caputo, una de las organizadoras de las protestas. Queremos enviar un mensaje al país y a los partidos que no se identifican con lo que ha sucedido en las últimas semanas; creemos que aún es posible cambiar de ruta (en Italia).

La mayoría de la derecha italiana ha visto un ataque político en las protestas, y en los últimos días ha sostenido que se trata de marchas moralistas. Los que se manifiestan pertenecen al movimiento antiBerlusconi promovido por la izquierda, consideró Fabrizio Cicchitto, jefe de los diputados del Pueblo de la Libertad (PDL, partido en el cual milita Berlusconi).

No obstante, Giulia Buongiorno, de derecha y ex miembro del PDL, e importante dirigente del partido Futuro y Libertad, creado por disidentes de la formación de Berlusconi, dijo que se manifestaba no por criticar las fiestas osadas, sino por el hecho de que se conviertan en un sistema de selección de la clase dirigente, en referencia a Nicole Minetti, una de las organizadoras de las fiestas del bunga bunga (supuestas orgías) organizadas en la residencia del primer ministro, que posteriormente fue convertida en consejera regional del PDL.

Los fiscales presentaron el miércoles pasado una solicitud para llevar a Il Cavaliere a juicio por incitar a la prostitución a una menor de edad y por abuso de poder en el caso Ruby.

El primer ministro, de 74 años, desestimó las acusaciones, las calificó de repugnantes y vergonzosas y señaló que la fiscalía de Milán lo ataca con propósitos subversivos.

A mediados de la semana entrante una juez milanesa decidirá si el magnate de los medios de comunicación italianos y jefe de gobierno deberá rendir cuentas ante la justicia.