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El cantante ofreció el primero de sus 16 conciertos en el recinto de Paseo de la Reforma

Luis Miguel provoca una tormenta solar en el Auditorio Nacional

Pese a un retraso de 51 minutos, el público orbitó gustoso alrededor de El Sol, quien emanó sus más granados éxitos

Es un privilegio cantar lo que nos gusta y que ustedes sean felices, dijo

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El íntérpete realizó sus característicos pasos de baile que desataron la gritería, además de lanzar besos y rosas blancas al públicoFoto Fernando Aceves
 
Periódico La Jornada
Domingo 13 de febrero de 2011, p. 7

Después que el cantante Luis Miguel tardó 51 minutos en aparecer en el escenario del Auditorio Nacional para ofrecer su primer concierto de un total de 16, su impuntualidad y falta de respeto fue olvidada por los 10 mil asistentes cuando su figura apareció y orbitaron gustosas alrededor de El Sol, quien cantó sus más granados éxitos ochenteros y noventeros, iluminó todos los rincones del inmueble con sus canciones nuevas, posó sus rayos en las mejillas de dos pequeñas fanáticas, arrojó siete rosas blancas y rozó tímidamente las manos a varias decenas de las úbicadas en las primeras filas. Fueron argumentos/acciones con las que Luis Miguel provocó una tormenta musical/solar con saludo especial a todos ustedes, es un privilegio cantar lo que más nos gusta y que ustedes sean felices... un placer estar nuevamente en el Auditorio, en mi ¡México querido! ¡Bravo México!.

El ambiente para recibirlo era propicio, pues desde las escalinatas hasta las butacas del recinto se percibía el ánimo festivo generalizado por ver a Luis Miguel. Al llegar la tercera llamada todos tomaron sus asientos. Pero en el escenario sólo se veían algunos movimientos, la primer señal de impaciencia llegó a los 29 minutos de retraso con el grito desgarrador: Te amo Luismi, acompañado de una sonora rechifla, pero no salía.

A las 21:12 horas el público se manifestó nuevamente, por fin nueve minutos después aparecieron sus músicos y tomaron sus posiciones: tres trompetas, dos trombones, tres saxofones, guitarra, bajo, batería, percusiones, teclados y dos coristas... inmediatamente después un crepuscular Luis Miguel apareció vestido de riguroso negro y explotó el deleite musical; los celulares aparecieron por miles para inmortalizar el momento. La canción que sonaba era Te propongo esta noche.

Después del cuarto tema El Sol alcanzó su cenit y saludó a los presentes; muchos esperaban una disculpa por la tardanza pero dijo: Buenas noches, señoras y señores, gracias por estar una noche, un año más. ¡Aplausos! Es increíble tratar de imaginar el tiempo que ha sido a lo largo de estos años y discos, y el privilegio tan grande que tenemos algunos de cantar y hacer lo que más nos gusta y que ustedes sean felices con ello. Veo diferentes generaciones, abuelitas, mamás, niñitas. Es un placer estar de vuelta en ¡mi México! La fuerza que necesitamos para estar siempre adelante y siempre arriba.

Así, deambulando sobre el escenario, llegando al borde para tocar a varias de sus fanáticas el cantante sabedor de que era el amo de la noche cantó suelto y con pasión. Llegó el tema Tres palabras y en la parte que dice como me gustas, el cantante señaló a lontananza pero muchas se pusieron el saco; le siguió Contigo a la distancia, así como el tango Volver, pero con arreglos de balada.

Dueto con Frank Sinatra

Una de las sorpresas de la noche llegó cuando en las pantallas que respaldaron el show apareció la imagen Frank Sinatra cantando Come fly with me, después el mexicano cantó la siguiente lo que resultó una suerte de dúo celebrado en todos los rincones del Auditorio con aplausos y gritos de júbilo.

Después, ya con el público entregado, Luis Miguel hizo una especie de popurrí con temas clásicos de los años 80 como: No me puedes dejar así, Palabra de honor, Entrégate y La incondicional, que fueron celebradas, coreadas y bailadas por todas las féminas presentes y varios machines. El Sol sonreía, atacaba el escenario para tocar las manos a las chicas de las primeras filas y varias que se descolgaron por los pasillos; algunas se aferraron a su pantalón, pero la seguridad lo rescató. La acción se repitió varias veces sobresaliendo los besos que le propinó a dos niñas al descubrirlas en el público; pidió que se las acercaran y las premió con un kiko en sus mejillas.

Después Luismi continuó el deleite con temas como: Un hombre busca a una mujer, Cuestión de piel, Oro de ley, Tú, sólo tú y Te necesito.

Hasta las canciones del nuevo disco –No existen límites, Ella es así y Mujer de fuego– fueron festejadas como si ya hubieran estado en la memoria durante mucho tiempo; en este bloque el cantante se discutió con sus característicos pasos de baile y ejecutó algunos pasos lúbricos/lúdicos que provocaron otra gritería, que se prolongó cuando Luismi lanzó siete rosas blancas para posteriormente cantar: Decídete, Los muchachos de hoy y cadereó riquísimo con Ahora te puedes marchar, donde lanzó algunos besos al aire.

Se despidió pero regresó ante la súplica incesante del público. Interpretó Vuelve, Eres y Cómo es posible, Será que no me amas y cerrar con Labios de miel. Después con las palabras: ¡Muchas gracias México, los amo!, finalizó el concierto donde El Sol nunca estuvo cerca de su nadir.