Ante el pleno del Senado, el PRI demandó al gobierno un informe sobre las reservas estratégicas de alimentos, nuestro grado de dependencia de las importaciones y las políticas y programas que se propone implementar para garantizar la seguridad alimentaria del país.

El priísta Heladio Ramírez López, al presentar el punto de acuerdo, demandó que se solicite a la Secretaría de Economía (SE) información precisa sobre las disposiciones que se propone adoptar para impedir que el alza del precio de los alimentos siga afectando a la población, particularmente a la más vulnerable”.

En tribuna, el senador Ramírez López refirió que una vez más, como en 2008, el mundo se acerca a una hora difícil en materia alimentaria. Muchas de las actuales rebeliones de la ira, que están acosando y derrocando gobiernos, tienen su origen en el encarecimiento de los alimentos. Estamos ante la inminencia de lo que podría ser otra gran crisis alimentaria, advirtió.

Así lo ha señalado el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, al tiempo que alerta sobre un nuevo encarecimiento de los precios de los granos y denuncia el abandono de la agricultura de subsistencia y la falta de apoyos a los pequeños y medianos agricultores, destacó el priísta.

Ramírez López dijo que en el país, por las inundaciones y las inesperadas heladas en algunas regiones, se han perdido más de medio millón de hectáreas de granos, principalmente sorgo y maíz.

Pese a que la Secretaría de Agricultura ha expresado que México no enfrentará un problema de abasto en maíz, pues en 2010 produjimos 38 millones de toneladas de granos, la misma dependencia nos informa que las importaciones de algunos productos fueron: respecto del consumo nacional, 42 por ciento en trigo, 24.6 en maíz, 94.5 en soya y 74.1 por ciento en arroz.

Aseveró el priísta que la realidad es que nuestro pueblo sufre, desde diciembre pasado, un desaforado incremento en los precios de los alimentos. El precio de la tortilla ha llegado hasta 11 pesos por kilo en la capital, con el argumento, según los industriales del ramo, de que el maíz se cotizó en el Distrito Federal en 4 mil 200 pesos la tonelada.

Esta situación, expuso el senador, “ha agravado la difícil economía de la población más pobre, que se ve obligada a destinar hasta 55 por ciento de su presupuesto al rubro de la alimentación, aunque la percepción del secretario de Economía es que esos aumentos son más bien ‘un mero asunto cultural, por la cuesta de enero’”.

México, indicó Ramírez López, tiene que asegurar a su población los bienes necesarios para cubrir las necesidades básicas de su alimentación. No podemos ni debemos ser ajenos a los llamados de los organismos internacionales de tomar medidas de prevención.

Ramírez López apuntó que el desarrollo del campo mexicano tiene que orientarse hacia objetivos prioritarios del país: el combate a la pobreza, la preservación del medio ambiente y la soberanía alimentaria.

El punto de acuerdo del tricolor fue turnado a comisiones.