La Procuraduría General de Justicia del Estado de Tamaulipas (PGJET) investigará el abandono de 20 niños –de entre dos y 10 años de edad– que fueron encontrados la madrugada del martes cuando deambulaban por calles de Nuevo Laredo. Funcionarios locales y federales indicaron que los menores estaban en compañía de sus padres cuando un grupo de hombres armados los obligó a subir en diversos vehículos.

Al cierre de esta edición se ignoraba el número exacto de adultos que fueron levantados (privados de su libertad sin que se pida rescate), mientras los infantes fueron trasladados a las instalaciones del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal de Nuevo Laredo.

La Procuraduría General de la República (PGR) no ha iniciado una investigación formal del caso; sin embargo, funcionarios de la dependencia señalaron que existe contacto entre autoridades de los tres niveles de gobierno.

Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Nuevo Laredo dieron a conocer que durante un recorrido por la periferia de la ciudad, policías municipales reportaron el hallazgo de 20 menores de edad abandonados en la vía pública. Los pequeños, nueve varones y ocho niñas, fueron trasladados a las instalaciones del DIF) de la localidad.

Los informantes indicaron que los niños fueron abandonados durante la madrugada de ayer sobre el bulevar Luis Donaldo Colosio, cerca de la colonia Vista Hermosa, y en las inmediaciones de la colonia Reservas Territoriales.

Versiones obtenidas de autoridades federales y locales indican que los menores dijeron que ellos y sus padres estaban en una reunión cuando llegó un grupo de hombres armados a bordo de unas 15 camionetas y, a punta de pistola, los secuestraron. Explicaron que se llevaron a sus progenitores a un lugar que desconocen y a ellos los dejaron en calles del municipio, cerca de 3 de la mañana.

Las autoridades de Nuevo Laredo señalaron que durante la tarde del martes, abuelos y tíos de los niños comenzaron a identificarlos. Los familiares llevaron actas de nacimiento y otros documentos con el propósito de avalar su parentesco, pero las autoridades se negaron a entregar a los menores hasta que se aclare dónde están sus padres.

Esta es la primera ocasión que se conoce públicamente de un hecho de esta naturaleza y ocurrió en momentos en que integrantes de los cárteles del Golfo y de Los Zetas han sostenido enfrentamientos por el control de la zona fronteriza.