Roma, 1º de febrero. La única mujer en el partido de centroderecha del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, que se atrevió a criticar su relación con mujeres jóvenes, informó a los medios de comunicación este martes que será expulsada del movimiento.

Mientras miembros importantes del partido se han apresurado a defender a Berlusconi, envuelto en un escándalo de prostitución, Sara Giudice, funcionaria del ayuntamiento de Milán, de 25 años, criticó su gusto por las aspirantes a estrellas y dijo que debería dejar de darles empleos en política.

Giudice realizó una petición exigiendo la renuncia de la consejera regional de Lombardía, Nicole Minetti, una ex corista de televisión y ex higienista dental de Berlusconi, quien, según la fiscalía, conseguía mujeres jóvenes para fiestas sexuales en las residencias del primer ministro.

Hasta este martes, cerca de 10 mil personas habían firmado la petición en línea, de acuerdo a su sitio web, www.firmiamo.it.

Me acaban de decir que estoy definitivamente afuera, dijo Giudice a Reuters. Parecen preferir tener a Minetti, añadió.

No hubo comentarios inmediatos en el partido político del jefe de gobierno de Italia, Pueblo de la Libertad (PDL).

Magistrados investigan al primer ministro italiano por sospechas de que pagó por sexo a un significativo número de mujeres jóvenes, incluyendo a una bailarina de club nocturno que tenía 17 años en ese momento.

Pagar por sexo a una prostituta menor de 18 años es un delito penado por las leyes de Italia.

Berlusconi niega haber cometido algún delito, dice que nunca pagó por sexo y acusa a supuestos fiscales izquierdistas motivados políticamente de tratar de sacarlo del poder del Estado.

Según escuchas telefónicas, la mayoría de las mujeres que asistieron a las llamadas fiestas bunga bunga de Berlusconi esperaban entrar en el negocio del espectáculo en uno de sus canales de televisión de Mediaset, o ser promovidas en la política.

Una dijo que quería ser como Mara, refiriéndose a la ministra Mara Carfagna, una ex corista.

Importantes funcionarios del PDL se unieron detrás de Berlusconi, en la defensa de su derecho a la privacidad, pero la voz solitaria de Giudice le valió un sitio como la oveja negra del partido.

El fin de semana, mujeres protestaron en Milán y Florencia con carteles que decían Italia no es un burdel. Más demostraciones se esperan en varias ciudades en las próximas dos semanas.

No es moralismo, sino que el tipo de modelo que estamos brindando al país es negativo, dijo Giudice, graduada universitaria y quien ha sido miembro del partido de Berlusconi desde los 18 años.

El mensaje es, si uno viene de un cierto tipo de televisión, entonces puede lograrlo, es su atajo a la política y al éxito. Si no, es mejor irse a vivir a otro país, agregó la funcionaria milanesa.