Morelia, Mich., 1º de febrero. Un rezago de 9 mil millones de pesos en infraestructura impide a la Secretaría de Educación del Estado (SEE) sustituir por inmuebles permanentes las más de 900 escuelas de madera, lámina y cartón que hay en Michoacán.

Abelardo Mejía Rodríguez, coordinador de Planeación y Evaluación Educativa de la dependencia, dijo que entre los planteles en esa situación hay 700 que tienen algunas aulas hechas de ladrillo y concreto, pero se ubican en predios irregulares.

Además, de los aproximadamente 11 mil planteles que hay en el estado más de 3 mil 500 no tienen sanitarios y mil 785 carecen de agua potable, lo que perjudica a gran parte de los 959 mil alumnos inscritos en nivel básico, admitió Graciela Andrade Peláez, titular de la SEE.

El profesor José Hernández Gómez sostiene que la escuela Cupatitzio es digna, a pesar de haber sido hecha de madera por padres de familia en la periferia de Uruapan; sin embargo, el plantel se inunda y tiene otros inconvenientes, al igual que otras 64 que operan en este municipio, en espera de que las autoridades inicien o concluyan la edificación de aulas.

Algunas de las inmobiliarias que construyen fraccionamientos prometen escuelas, pero no cumplen, como ocurrió en Villa Magna, a 10 kilómetros de Morelia por la salida a Quiroga, donde los vecinos construyeron con madera la primaria Octavio Paz, que se quemó hace tres semanas. Actualmente los alumnos utilizan las aulas provisionales que se usaron durante las inundaciones de Angangueo, en febrero de 2010.

La escuela Francisco Villa se ubica en la colonia Río Volga, en Morelia. Como es de madera, en invierno está helada y en verano y otoño se inunda, pese a que los padres de familia se han quejado desde hace 20 años, deplora su representante, Carlos Israel Alemán.