Sociedad y Justicia
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Las autoridades sanitarias ya cuentan con la normatividad para la publicidad en medios

Piden especialistas regular venta y difusión de productos milagro

Su consumo lleva a abandonar el tratamiento médico adecuado, ocultan síntomas de alguna enfermedad y pueden generar efectos adversos, afirma Lucio Lastra Marín, de la Cofrepris

 
Periódico La Jornada
Jueves 20 de enero de 2011, p. 39

Los productos milagro lucran con la necesidad y salud de las personas, engañan y resultan un fraude para quienes los adquieren, aseveraron médicos, especialistas y autoridades de salud. Agregaron que se debe regular la venta y difusión de esos artículos, además de informar a la ciudadanía sobre las afecciones que puede provocar su consumo.

Durante el simposio Los retos de la salud en México, organizado por la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México, Lucio Lastra Marín, comisionado de Operación sanitaria de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), indicó que su consumo desemboca en el abandono de un tratamiento médico adecuado, ocultan síntomas de alguna enfermedad y pueden generar efectos adversos. Añadió que las autoridades sanitarias ya tienen preparada una regulación de publicidad sobre el tema.

El funcionario advirtió que estos productos generalmente contienen ingredientes con efectos desconocidos y llegan a tener sustancias prohibidas.

Asimismo, dijo que no existen metodologías analíticas desarrolladas para determinar o cuantificar los principios activos de todos sus ingredientes ni hay evaluaciones de los riesgos asociados a su uso. Dos razones de su éxito son los altos costos de los medicamentos y la falta de información.

Todos los días, en pantallas de televisión, emisiones radiales y páginas de algunos periódicos, aparece publicidad de productos que prometen dar soluciones milagrosas: eliminar la obesidad en tiempo récord, curar la diabetes, detener la caída del cabello o mejorar la calidad de la vida sexual.

La Cofrepris ha detectado que la publicidad de estos productos presenta irregularidades como son la ausencia del permiso sanitario, la falta de indicaciones terapéuticas y contraindicaciones, y que en la mayoría de los promocionales son recomendados por presuntos médicos, charlatanes; además de que la información es engañosa porque en muchas ocasiones se ofrecen como si fueses cien por ciento naturales.

Consideró que los medios de comunicación tienen la responsabilidad de no aceptar esta publicidad cuando no cuente con los permisos de la Secretaría de Salud; y aclaró que en caso de incumplimiento toca a la Secretaría de Gobernación sancionar a los medios que difundan su propaganda .

El jefe del Laboratorio de Desarrollo de Medicamentos del Departamento de Farmacología de la FM, Rodolfo Rodríguez Carranza, señaló que no se debe confiar en los producto milagro, aun cuando se diga que son ciento por ciento naturales. Las plantas contienen gran cantidad y variedad de sustancias químicas que con un mal uso pueden ser perjudiciales para la salud.

Durante la conferencia magistral Prescripción basada en la evidencia y la presencia de los productos milagro, impartida como parte del simposio realizado en el auditorio Raoul Fournier de la FM, el universitario subrayó que la presencia de estos engendros no tienen ninguna justificación en el mercado, además de que éstos producen daños graves a la población y a la medicina, tanto general como especializada.

Refirió que los también llamados medicamentos de frontera han sido, en buena medida, un éxito porque su publicidad ofrece maravillas terapéuticas y está presente en los medios de comunicación a toda hora. Sin embargo, hizo hincapié en que no siguen el proceso de investigación que fundamente la eficacia y seguridad de los medicamentos regulados y patentados.

“Lo que proponemos es que estos productos se sometan a estudios equivalentes a los que se supedita cualquier medicamento que autoriza la Secretaría de Salud. Hay que presentar ante las autoridades evidencia seria y dura. La publicidad suele hablar de anécdotas, pero la medicina de anécdotas quedó 100 años atrás; no se vale decir: ‘yo pude bajar cinco kilos en una semana’, es una mentira que irrita, molesta y da pena que se difunda en un medio de comunicación, sobre todo si tiene tanta penetración, como es el caso de la televisión, que llega a millones de personas que no pueden discernir si es falso o verdadero el mensaje.”

El académico resaltó que la práctica de la medicina y la prescripción deben estar basadas en la evidencia y que los médicos deben favorecer el uso de tratamientos probados y eliminar los peligrosos, como los milagro. Dijo que además de una regulación sobre el uso, distribución y difusión de estos artículos, se requiere de más educación para evitar que la gente sea engañada.