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Los civiles occisos iban alcoholizados y los agredieron, señalan

Fuentes oficiales justificaron el proceder de los infantes de Marina
 
Periódico La Jornada
Jueves 20 de enero de 2011, p. 9

Fuentes oficiales que pidieron el anonimato dijeron que los infantes de marina que dispararon en contra de dos civiles que murieron en el estado de Morelos, en diciembre de 2009, en el operativo en que cayó abatido Arturo Beltrán Leyva, accionaron sus armas porque las víctimas los embistieron con sus vehículos cuando les marcaron el alto en un retén.

Los funcionarios aseveraron que si la Secretaría de Marina admitiera la recomendación de la CNDH de indemnizar a los familiares de las víctimas e iniciar un procedimiento penal en contra de los marinos involucrados, ello pondría en riesgo no sólo la vida de los marinos, sino también la de sus familias.

Los entrevistados señalaron que los familiares del infante Melquisedet Angulo Córdova –quien murió durante la operación en contra de Beltrán Leyva– fueron acribillados en Tabasco días después de la captura del capo, en venganza porque el marino participó en esos hechos. Si la Secretaría de Marina acepta la recomendación, en sus términos, se pondría en riesgo la vida del personal que únicamente cumplió con su deber, afirmaron.

En el oficio l0258/2011, firmado por el encargado del área jurídica de la dependencia, capitán de navío Alejandro Vázquez Hernández, en el que Marina respondió a la CNDH en el caso de Ignacio Aguilar, comerciante que fue alcanzado por las balas cuando conducía su camioneta, se sostiene que éste iba alcoholizado. Señala que de acuerdo con la necropsia que realizó el servicio médico forense de la Procuraduría General de Justicia de Morelos, presentaba 246.16 mg/dl de alcohol, cuando dicen que embistió con su vehículo el círculo de seguridad implementado por la Infantería de Marina en los alrededores del fraccionamiento Attitude, el 16 de diciembre de 2009, cuando fue abatido Beltrán Leyva.

Además, la dependencia asegura que, de acuerdo con reportes de inteligencia naval, en el momento en que ocurrieron los hechos, 40 vehículos de sicarios se dirigían de Acapulco a Cuernavaca, y otros 30 automotores iban desde el Distrito Federal con la intención de liberar al también conocido como El Barbas.

Algo similar ocurrió con el caso de la mujer que también resultó muerta en esa fecha (según el oficio 0246/211 entregado a la CNDH). La Secretaría de Marina sostiene que de acuerdo con el examen toxicológico que hizo la Procuraduría de Morelos, tenía 187.73 mg/dl de alcohol en la sangre. De acuerdo con la dependencia, sus elementos abrieron fuego cuando fueron embestidos por los autos de ambas víctimas y actuaron en defensa legítima de su vida, además de que en todo momento respetaron la reglamentación vigente sobre el uso de la fuerza.

Marina justifica su actuación señalando que antes de iniciar el operativo en contra de Beltrán Leyva, los marinos establecieron cercos de seguridad para evitar que sicarios pretendieran liberarlo, además de que los vecinos del condominio fueron previamente llevados al gimnasio y a otros se les indicó que no salieran.