Cancún, QR, 13 de enero. Las finanzas públicas en México tienen un blindaje importante sustentado en reservas internacionales de 116 mil millones dólares que permitirían pagar dos veces la deuda externa del gobierno central y con una línea de crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) que aumentarían la disponibilidad de recursos –junto con las reservas– a 200 mil millones de dólares, aseguró el presidente Felipe Calderón al participar en la decimoquinta Conferencia Anual Latinoamericana de Grupo Santander.

Aunque insistió en que la economía mexicana ha alcanzado su recuperación tras la severa crisis de 2008, con la consiguiente mejora en el empleo el año pasado, dijo: sé que de poco le sirve a una persona que no tiene trabajo el saber que se crearon 800 mil empleos nuevos formales en el país; sé que quizá esas cifras no tengan significado para todos aquellos a los que el saber que la economía creció más de 5 por ciento no les significan un incremento sensible a su ingreso ni tampoco una clara certidumbre en el mismo, por lo que se buscará consolidar la recuperación.

Cuestionan manejo económico

Poco antes, el director general de la División América del Grupo Santander, Francisco Luzón, elogió las políticas financieras mexicanas sin dejar de deslizar, implícitamente, que el comportamiento de la economía nacional no ha sido el más óptimo de la región: las historias de éxito de Chile, Brasil, Colombia, Uruguay y Perú, las tasas de crecimiento de Argentina o cómo remontó México la dura recesión de 2009 han vuelto a situar al continente dentro del radar de la comunidad inversionista internacional.

Luzón aseguró que sobre México no pesa ninguna maldición ni gravita ningún obstáculo insalvable que le impida dar el salto definitivo al desarrollo. Dijo que la estabilidad económica del país es de “primer mundo, aunque señaló que debe incorporarse a la historia de éxito de Latinoamérica, que no estará completa si México no es también protagonista.

Calderón hizo un largo repaso de lo que presentó como argumentos que sustentan que el país es uno de los mejores lugares para hacer negocios, lo cual se ha reflejado en el índice del Banco Mundial conocido como Doing Business Index (calificación para hacer negocios), donde México pasó del lugar 73 en 2006 al 35 en 2011.

El presidente aseguró que se han adoptado diversas acciones para que “casi literalmente diría que hemos blindado nuestras finanzas públicas”. Habló de la existencia de un sistema financiero sólido que permitió al país que aun en medio de la fuerte crisis de 2008, el gobierno no tuviera que canalizar recursos públicos para apuntalar el sistema bancario.

Subrayó que el déficit fiscal equivale a 2.5 por ciento del producto interno bruto, comparado con 7.5 por ciento que tienen en promedio los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. La deuda pública representa 34 por ciento del PIB, muy por abajo de 96 por ciento del promedio de la misma organización.

Ante funcionarios bancarios, analistas financieros internacionales y empresarios, Calderón hizo un recuento de lo que definió como fortalezas económicas nacionales, entre las que incluyó la reforma en el sector petrolero –que tenía medio siglo intocado como tabú, presumió– para favorecer la inversión mixta.

Reconoció la necesidad de nuevas reformas laboral, fiscal y regulatoria, para lograr mayores estándares de competitividad a nivel mundial. Agregó que México tiene también como objetivo consolidarse como un país de leyes que se hagan cumplir por el gobierno para lo cual se ha emprendido un esfuerzo sin precedentes en todos los frentes para hacer valer la ley, porque aquí, en México, no habrá más ley que la que democráticamente nos demos todos los mexicanos.