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Ver día anteriorMartes 11 de enero de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Itacate

Chan y coacolmeca

E

n la bella costa de Michoacán habitan, desde la antigüedad, comunidades de origen nahua. De sus antepasados heredaron la inclinación por conocer bien los recursos naturales a su alcance, en especial los vegetales, y aprovecharlos en la medicina y la alimentación.

Aunque parte de este conocimiento se ha perdido por la emigración y las influencias externas, la investigación dirigida por David Oseguera y apoyada en los aspectos botánicos por Sebastián Lemus Juárez, permite afirmar que actualmente se utilizan como ingredientes culinarios 125 especies de plantas, y en la medicina, 228; aunque sabemos del cuidado con que Oseguera realiza sus trabajos, es posible que sean más.

Una selección de estas plantas se da a conocer en el libro Cocina nahua de la costa michoacana: usos tradicionales de la flora silvestre nativa, publicado por la Universidad Autónoma de Chapingo y la Comunidad Indígena El Coire, en 2009.

La investigación tiene sus antecedentes en el proyecto Gastronomía y biodiversidad en el sureste michoacano, que se realizó en 2007 para reconocer los recursos de la flora silvestre nativa con importancia cultural, económica, nutricional y ambiental.

De manera respetuosa solicitaron primero la autorización de la Comunidad Indígena de El Coire. Durante casi un año se entrevistó a decenas de mujeres y hombres, eligiendo, a la manera de Bernardino de Sahagún, a las personas con mayor experiencia y edad. El nombre de cada uno de estos informantes aparece en el libro. Habitan en El Faro de Bucerías, Motín del Oro, Colola, Coire, El Diezmo, Rancho el Chico, Los riegos, El Aixmare y Cobígenes.

Se cumplieron todos los compromisos contraídos con la comunidad: dar crédito a los participantes, difundir los resultados de la investigación en la comunidad y apoyar la lengua y la cultura náhuatl. Uno de los aciertos del libro es estar escrito en español y náhuatl; los traductores son Noé Méndez Ávila y Nicodemos Macías Mata.

En la pequeña introducción a la que se podrá añadir un mapa en la próxima edición, se evidencia la continuidad cultural de los nahuas. Documentos de época permiten saber que aprovechaban en la alimentación, desde antes del periodo colonial, venados, conejos, armadillos, tlacuaches, ardillas, mapaches, iguanas, lagartos, peces y mariscos.

También recolectaban en las costas y bosques de la región frutas como el zapote negro, bonetes, ciruelas y guamúchiles, frutos de palmas como el coyul y el cayaco, así como pitayas, tasajos y pitahayas. La manera de aprovechar estos y otros ingredientes será motivo de otro Itacate.