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Suspenden a tres ejecutivos; la empresa asegura que están a salvo secretos tecnológicos

Red de espionaje obtiene información sobre automóviles eléctricos de Renault
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Imagen del automóvil eléctrico Renault Dezir, en la exposición de autos de ParísFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 9 de enero de 2011, p. 23

París, 8 de enero. Una red de espionaje internacional pudo haber obtenido información acerca de un programa de automóviles eléctricos de Renault, pero los secretos cruciales sobre la tecnología están a salvo y la producción de los vehículos no será retrasada, declaró la automotora que pertenece en 15 por ciento al Estado francés.

Tres ejecutivos de Renault fueron suspendidos el lunes pasado por filtrar información, caso que llevó al gobierno francés a advertir sobre un riesgo general para el sector automotriz del país.

Este es un trabajo de profesionales, afirmó el jefe de operaciones, Patrick Pelata, en entrevista con el diario Le Monde. Renault es víctima de una red organizada internacional, sostuvo.

Los ejecutivos son sospechosos de filtrar información relativa al programa de autos eléctricos de alto perfil, plan clave dentro de la estrategia de la automotora, en el que ha invertido miles de millones de euros en conjunto con su socio japonés Nissan.

Pelata dijo que pudo haberse filtrado información sobre los costos y el modelo económico del programa, pero no los secretos más valiosos de su tecnología.

Los tres empleados serán sometidos a una audiencia preliminar antes de enfrentar una probable destitución e incluso cargos criminales.

Los servicios de inteligencia franceses investigan ya una posible conexión china, reveló una fuente del gobierno galo.

El funcionario gubernamental para la lucha contra el espionaje corporativo, Olivier Buquen, dijo al diario Le Journal du Dimanche que había miles de casos de espionaje en Francia en los últimos años.

Buquen agregó que se está desarrollando un proyecto para fortalecer la protección legal a los secretos comerciales.

Uno de los objetivos preferidos del espionaje industrial es el sector automotor, cuyos productos suelen ser desarrollados con enormes costos y tras años de investigación.

En un documento confidencial publicado en 2007 por el diario francés La Tribune, la inteligencia francesa ubicaba al sector automotriz como el más afectado por tales prácticas, junto a las industrias farmacéutica, de defensa y aeroespacial.

Las razones son muy sencillas, según el diputado francés Bernard Carayon, experto en cuestiones de inteligencia económica: Como son necesarios 10 años para sacar un automóvil, 12 para colocar en el mercado una molécula farmacéutica, 20 años para un avión o 25 para una programa espacial, la tentación de robar (información) es efectivamente muy grande, explicó.

El presidente de la Compañía Europea de Inteligencia Estratégica, Olivier Darrason, subraya que el sector del automóvil está especialmente afectado por el espionaje ya que la competencia en este sector es mucho más agresiva que en otros.

Un ex responsable de inteligencia económica, que pidió el anonimato, dijo a la Afp que para evitar el espionaje hay que distinguir tres niveles de protección. El primero son las precauciones elementales, como evitar conversaciones en teléfono celular, redactar un informe en un avión ante la mirada de un vecino de asiento o intercambiar proyectos en documentos adjuntos en un correo electrónico.

El segundo nivel, el de las precauciones técnicas, se refiere al control de acceso a lugares sensibles. El tercer nivel es el de las operaciones muy sofisticadas tales como intercepciones, escuchas y pirateo informático.

En este ámbito, los industriales franceses tienen dos interlocutores a los que pueden acudir: la Dirección Central de Información Interior y varias sociedades privadas, cuyos responsables suelen haber sido agentes de servicios secretos.