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Lo común va a dar al hoyo del olvido, idea de la que surgió El arte de perdurar

Hugo Hiriart reflexiona sobre Alfonso Reyes y su falta de una obra magistral
 
Periódico La Jornada
Domingo 26 de diciembre de 2010, p. 5

El escritor Hugo Hiriart (DF, 1942) afirma que entre una muchedumbre de escritores anhelantes y jadeantes de gloria literaria no se puede percibir mas que lo diferente, lo común, lo uniforme, va a dar al hoyo del olvido sin decir adiós.

A partir de esta idea, el también ensayista y dramaturgo, comenzó hace años una profunda reflexión en torno a la figura de Alfonso Reyes (1889-1959) y un misterio: ¿Por qué no logró cuajar, destilar, decantar su obra en un solo libro magistral que lo representara?

El resultado es el libro El arte de perdurar (editorial Almadía), en el cual Hiriart habla acerca de la fama, describe el estilo de Reyes y compara la prosa ensayística de éste con la de Jorge Luis Borges, y la de ambos con la de George Orwell, con el propósito de llevar su búsqueda hacia conceptos como virtuosismo y talento.

Una segunda parte del volumen incluye varios ensayos acerca de pintores y autorrretratos de escritores famosos (por ejemplo, el de Miguel de Cervantes Saavedra) que complementan las teorías expuestas en las primeras páginas.

En charla con La Jornada, Hiriart cuenta que muy joven descubrió a Reyes en la televisión, en una entrevista que le hizo Carlos de Nigris. De aquel momento, el autor recuerda que don Alfonso, hablando, “era una maravilla, tenía una magia como se desprende de la lectura de sus libros, que son muy conversacionales. Todos los temas que le soltaba De Nigris los trataba con encanto y soltura, era un viejillo fantástico.

“Animado con eso compré un librito de Reyes, El cazador, y me encantó. Lo seguí leyendo, me metí en un libro, en otro y se me fue planteando un misterio: Reyes muestra una solvencia intelectual enorme, pero, ¿por qué no logró cuajar, destilar, decantar su obra en un solo libro magistral que lo representara?”

En torno a esa idea, a mediados de los años 80, Hiriart escribió en un texto que no era muy elogioso en torno al genio de Reyes, el cual, explicaba en su ensayo, está en la expansión y en la amplitud, pero conforme se hace extenso y amplio se hace más superficial porque no puede abordar todo con hondura, es como tratar de convertir a una ardilla un topo, no se puede; quizá hubiera podido intentar algo magistral, pero no lo logró.

Ese ensayo se enriqueció después con el tema de la fama y las referencias a Borges, es el que se incluye en El arte de perdurar.

Hiriart concluye que “las propias virtudes de Reyes lo hacen poco perceptible al público, esa es la razón por la cual nadie va a la librería a comprar y piensa ‘este fin de semana empiezo a leer Junta de sombras’, por ejemplo. Nadie lo hace, y entonces vemos el dramático caso de una gran y emblemática figura, la más famosa en su tiempo, que no se ve. Se debe tener una actitud de disfrute muy literario para apreciar y aquilatar su enorme calidad, su ironía, el delicadísimo humor; las demás personas no ven nada”.