Cultura
Ver día anteriorDomingo 19 de diciembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

La Asociación de Academias de la Lengua presentó el manual, editado por Espasa

Atribuyen a los medios la ola de críticas que causó el anuncio de la nueva ortografía
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 19 de diciembre de 2010, p. 3

Madrid, 18 de diciembre. Los representantes de la Asociación de Academias de la Lengua expresaron su incomodidad por el revuelo que provocó el anuncio de los cambios ortográficos, los cuales desataron una ola de críticas entre la comunidad de hispanohablantes, desde la península ibérica hasta la Patagonia. Los académicos, con el español Víctor García de la Concha y el mexicano José Moreno de Alba al frente, presentaron en días recientes el nuevo libro, más pesado y completo, de la ortografía de la lengua española, editado por Espasa.

Atribuyeron la confusión a que los medios de comunicación no es que hayan mentido, sino que simplemente no explicaron a cabalidad algunas de las modificaciones que se plantearon, según el coordinador del libro, el académico español Salvador Gutiérrez Ordoñez.

La lengua española tiene nueva ortografía, ocho años después de que la Asociación de Academias decidió actualizar el marco normativo de nuestro idioma, que se remonta a 1741; finalmente se presentó en la sede de la Real Academia Española de la Lengua (RAE) una ortografía más explicativa y razonada.

Entre las principales modificaciones destacan la eliminación como letras de los ahora fonemas ch y ll, así como la eliminación del acento en palabras como guion y truhan. Además hay una serie de normas que regulan con minuciosidad el uso de las mayúsculas y las minúsculas; a partir de ahora lo correcto será escribir Quetzalcóatl o Lucifer, y con minúscula en la primera letra palabras como presidente (jefe de Estado en los regímenes republicanos) o papa (máxima autoridad de la Iglesia católica y jefe de Estado de Ciudad del Vaticano).

La historia de la nueva ortografía se remonta a hace ocho años, cuando se planteó la necesidad de revisar de manera íntegra al marco normativo, cuyo último examen se aprobó y publicó en 1999. Guiados por el espíritu de Antonio Nebrija, autor de la primera gramática, la de 1492, los académicos presentaron sus propuestas y ya con el cuerpo de las reformas redactado debatieron el pasado noviembre, en San Miguel de la Cogolla, los aspectos más polémicos.

La discusión se prolongó durante varios días y finalmente no se llegó a un consenso en todos los asuntos a reformar, así que se decidió trasladar el debate y, lo más importante, la votación definitiva a Guadalajara, México, donde finalmente se aprobó el pasado 28 de noviembre.

Entre las modificaciones de la nueva ortografía hay normas de obligado cumplimiento, como la eliminación como letras del alfabeto de ll y ch, o la omisión de la tilde en monosílabos; pero también hay recomendaciones que hacen los académicos para alcanzar, en el futuro, una armonización del idioma, así que será opcional escribir solo o sólo.

En este punto, los académicos explicaron una y otra vez que, desde 1959, se plantea de forma reiterada que no se deben tildar el adverbio solo y los pronombres demostrativos, así que ahora, en la nueva ortografía, van más lejos y citan y explican los casos ambiguos. Otra norma de obligado cumplimiento es la desaparición del acento en la conjunción disyuntiva o cuando va entre números.

El director de la Academia Mexicana de la Lengua, José Moreno de Alba, insistió en que la polémica que se originó tras el anuncio de las reformas es irreal, pues –según él– tenemos más reglas, pero la cosa no se complica. Es más explícita y deja menos a la interpretación del que lo usa.

El académico mexicano aprovechó para defender ante sus colegas y, sobre todo, ante los medios de comunicación españoles la escritura de México, que no Méjico, como se sigue escribiendo en España, donde en gran parte de los periódicos y revistas se sigue sin atender la petición que hizo a finales del siglo XIX el gobierno de México a la RAE para respetar el origen náhuatl de la palabra que nombra a nuestro país.

Los académicos también acordaron denominar ye a la letra y (en España y en otros países se le llama i griega). A partir de ahora también se llamará uve y uvedoble a las letras v y w y no be chica y doble u, como las llamamos en México y en gran parte de América Latina. Dada la polémica que suscitó esta cuestión, los académicos destacaron que es una recomendación, que en ningún caso pretendemos cambiar la forma en la que la gente llama a esas letras; sería una batalla absurda, explicó el también académico Alfredo Matus.

No es una reforma, hace más explícita y precisa la misma ortografía. Es una obra más razonada y explicativa, se defendió el coordinador Gutiérrez Ordoñez, quien insistió en que en el documento normativo se intentó respetar la oralidad y la historia de nuestro idioma, creando un corpus normativo, útil para el futuro. En ese futuro también hay cambios en las palabras que se anteponen con el ex. Lo correcto ahora será escribir exnovio, exsecretario y exdirector, pero si la base léxica está formada por más de una palabra entonces se escribirá ex general de brigada, por ejemplo.

Los académicos también acordaron que las palabras de origen extranjero se deberán adaptar al sistema español o escribirse en cursivas.

La RAE ya tiene director

Unas horas después de presentar la ortografía, los académicos españoles designaron a José Manuel Blecua como nuevo director de la RAE, en sustitución de Víctor García de la Concha, quien ocupaba el cargo desde 1998. Blecua era, hasta hoy, responsable del área de Fonética y Fonología de la Nueva Gramática de la Lengua Española, y fue uno de los artífices de la política lingüística de esta institución española.