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Son 200 los ayunantes, asegura el jefe de un penal ubicado en el desierto de Atacama

Reclusos chilenos inician una huelga de hambre en protesta por el hacinamiento
 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de diciembre de 2010, p. 32

Santiago, 12 de diciembre. Unos 500 presos iniciaron la noche del sábado una huelga de hambre en protesta por la crisis carcelaria nacional, que el miércoles pasado se agudizó tras un incendio en un penal de Santiago que provocó 81 muertos.

Los internos del penal de Calama, en el desierto de Atacama, dijeron que con su protesta buscan solidarizarse con los deudos de los fallecidos en la cárcel de San Miguel tras una riña entre reos, y denunciar el hacinamiento en que viven.

El capitán Jaime Pincheira, jefe subrogante de la penitenciaría de Calama, negó que el ayuno lo hayan iniciado medio millar de reclusos, y aseguró que sólo son 200, lo que equivale a 40 por ciento de la población del penal.

Señaló incluso que algunos decidieron abandonar la medida en las últimas horas.

Los reclusos se negaron a recibir alimentos para protestar por vivir en una prisión construida en 1960 para albergar a 290 personas y que ahora aloja a unas 600.

Informes de inteligencia indicaron que la crisis penal, que la Corte Suprema definió como bomba de tiempo, amenaza con expandirse a otros penales.

El día del incendio en la prisión el presidente Sebastián Piñera reconoció que la situación penitenciaria del país no resiste más, pues el hacinamiento supera 70 por ciento, y apuntó que no se puede vivir con un sistema carcelario que es absolutamente inhumano. Poco después anunció que impulsará un plan de desarrollo del sector.

Desde 1999, cuando comenzó a regir un nuevo sistema penal, el número de reos en las prisiones aumentó de 33 mil a 55 mil, según cifras oficiales. Otras 53 mil personas cumplen condenas alternativas, como libertad vigilada o reclusión nocturna.

En otro asunto, un incendio que afecta la región de Valparaíso, en el centro de Chile, obligó a la Oficina Nacional de Emergencia a decretar alerta roja ante la posibilidad de que el fuego alcance las viviendas del sector afectado debido a la presencia de fuertes vientos.

El fuego se concentra en un sector de difícil acceso para la policía, bomberos y grupos de rescate de al menos cuatro localidades circundantes.