Lisboa, 11 de diciembre. Las tribulaciones económicas de Portugal pueden ser resueltas sin buscar la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo el primer ministro de ese país, José Sócrates, citado en la edición del sábado del Diario de Noticias. No tenemos ningún problema que requiera que recurramos al Fondo Monetario Internacional, aseveró.

Sócrates –cuyo país es visto por muchos economistas como el probable próximo miembro de la zona euro que necesite un rescate, como Grecia e Irlanda–, dijo que la crisis es parte de un problema mayor. Nuestro problema es sólo un tema de presupuesto que ya fue corregido, como en otros países. Quien no entienda que lo que estamos viendo es una cuestión sistémica, no ha entendido nada de esta crisis”, afirmó el primer ministro.

Portugal adoptó un austero presupuesto para 2011, que incluye alzas de impuestos y recortes de 5 por ciento en los sueldos de los empleados públicos, con el fin de reducir el déficit de 7.3 por ciento a 4.6 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Sócrates declaró que la crisis de la zona euro es un problema de todos los países europeos e instó a la acción conjunta para resolverlo. Si alguien considera que éste es un problema de tal o cual país, no está viendo cómo la crisis soberana está afectando al euro, subrayó.

Afirmó que la presencia del FMI en Portugal en dos ocasiones en las últimas décadas ha sido una experiencia negativa. El gobierno no necesita eso, sabemos exactamente qué hacer y no necesitamos que nadie venga y nos diga qué deberíamos hacer, dijo categóricamente.

El mes pasado, las primas de riesgo sobre los bonos portugueses alcanzaron niveles históricos, aunque cayeron drásticamente la semana pasada.

En Berlín el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, afirmó que el euro está para quedarse y los que apuestan contra su supervivencia cometen un error, luego que la unión monetaria se ha visto afectada por la crisis de deuda que recorre la zona y que ha derivado en la intervención de la Unión Europea y el FMI para salvar de la bancarrota a Grecia e Irlanda.