Opinión
Ver día anteriorMartes 30 de noviembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

Bejarano pierde liderazgo

La rebelión en IDN

H

ace apenas una semana, en el hotel Benidorm de la avenida Cuauhtémoc, el círculo más cercano a René Bejarano se reunió para decidir quién deberá ser el candidato de IDN a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal. Pero los pendientes son muchos en ese grupo, y aunque no se diga, porque nadie quiere mostrar debilidades a estas fechas, se hizo evidente un peligroso desgaste en el liderazgo del grupo, es decir, del mismísimo profesor.

Vamos por partes. La mejor opción para los planes de Bejarano era conseguir un candidato externo con poco conocimiento de los problemas internos del PRD en el DF, que se sintiera totalmente comprometido con él. No era cuestión de coincidencias ideológicas o intereses comunes, más bien buscaba asegurar su permanencia en ciertos centros de control político que le permitiera continuar su liderazgo dentro del grupo que hasta ahora ha controlado.

Repartir puestos de cierta influencia es buena parte de la estrategia. Curules locales y federales, y si se puede hasta algún escaño; delegados políticos y uno que otro miembro del gabinete del próximo jefe de Gobierno es tarea indispensable para hincar el diente donde se ablande el trabajo, y roer las piezas duras para minar la fuerza de quienes se creen inamovibles.

Y si a eso se añade la posibilidad de sugerir al candidato, qué mejor. Y mejor aún si ese candidato no proviene de las filas de los que lo merecen, es decir, de quienes han trabajado buena parte de sus vidas en favor de la izquierda, y tienen como meta de su labor en el servicio público alcanzar la jefatura de Gobierno.

Por eso Bejarano insistió en que IDN tuviera un candidato externo. Pero la tesis del forastero no salió bien. Laura Velázquez, secretaria de Desarrolo Económico de la ciudad, y Agustín Guerrero, diputado federal, se rebelaron. Ni una ni el otro están de acuerdo con la idea del profesor y quieren ser los candidatos de IDN. Por su parte, Benito Mirón, a quien el propio Bejarano invitó más con ganas de venderlo en el momento crucial que de hacerlo su candidato, también se pronunció en contra y quiere ir a la lucha. Y aunque hay quienes no lo consideran un miembro de la tribu, Mirón se ha ganado un lugar en la tribu.

Total, como les comentábamos hace una semana, más o menos, Bejarano recibió la noticia de que sus generales estaban en contra, y el sábado pasado se dio por fin el acuerdo de que el candidato o candidata de IDN tendría que salir de la tribu. Aunque no se puede negar que la opción externa que pretendía el profesor esta prácticamente cancelada, que de haberse concretado hubiera significado muy seguramente la división de la tribu. Es necesario dejar en claro que el liderazgo de René Bejarano hoy se encuentra, si no débil, cuando menos muy cuestionado, y eso podría dar al traste con otros proyectos que desde su jefatura tribal se han venido cocinando hace cuando menos un par de meses.

IDN se juega ahora su futuro. La desesperación de su jefe máximo por volver a insertarse en el juego político sin tapujos y con fuerza parece que lo ha obligado a olvidar un tanto a sus bases para dialogar sólo con el poder. Mal camino, dirían algunos.

De pasadita

Escuchamos hace un par de días a uno de esos sabios del DF que se refugian en los cafés de la ciudad para hablar de sus preocupaciones. Reclamaba que no se quisiera admitir el calificativo de narcoinsurgencia al episodio violento que vive el país. Decía que insurgencia significa un levantamiento en contra del gobierno, y no es posible negar que los narcos se han lavantado en contra de la admnistración federal panista. Pero además, decía molesto, fue este gobierno el que dejó a los jóvenes sin escuela y sin trabajo, y a los más grandes sin servicios de salud y con las jubilaciones acotadas. Cortaron todos los caminos, así que ellos son los únicos responsables, aunque el discurso oficial no lo crea. ¡Sopas!