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El Museo del Estanquillo muestra 400 piezas recopiladas por el ensayista durante 30 años

Exhiben colección de Monsiváis sobre el festejo del centenario de la Independencia

Los objetos del escritor ayudarán a entender o juzgar las fiestas hechas por Díaz: Rafael Barajas

 
Periódico La Jornada
Lunes 29 de noviembre de 2010, p. a19

Los grandes festejos del centenario 1910, abierta en el Museo del Estanquillo/Colecciones Carlos Monsiváis, es una exposición planteada por el escritor, fallecido el pasado 19 de junio, con piezas de su acervo recopilado durante 30 años, desde postales hasta medallas, expresa Rafael Barajas El Fisgón, curador del recinto de Isabel la Católica 26, Centro Histórico, que el 23 de noviembre cumplió cuatro años de vida.

Desde mucho tiempo atrás Carlos esperaba el bicentenario de la Independencia; entonces inició la búsqueda y recolección de piezas que dieran a conocer, a comprender, a juzgar, quizá, las fiestas del centenario, acota Beatriz Sánchez Monsiváis, prima del periodista y representante de la familia.

Los grandes festejos..., con más de 400 piezas, recrea ese hito histórico. Es la primera vez que el museo hace una exposición temática de un evento, apunta Barajas, curador de la muestra junto con Moisés Rosas, director del museo.

Integración de la muestra

En la primera parte buscamos hacer una pequeña recreación de lo que era la sociedad mexicana en el primer decenio del siglo XX, alrededor de 1910. Para esto, Carlos mandó hacer varias maquetas a Teresa Nava, desde una casa habitación hasta una pulquería y una recaudería. Además tenemos una serie de fotografías que nos hacen una crónica de lo que era el México de aquel tiempo. Para mí la vocación de esta colección es la de un cronista, entonces, tenía mucho sentido que hiciéramos una crónica de los festejos del centenario.

El segundo núcleo comprende imágenes que dan el marco teórico, social y político del acontecimiento. Primero, cómo el dictador Porfirio Díaz fue construyendo su imagen y cómo utilizó las fiestas de la Independencia para consolidarla.

De hecho, “las utilizó en algún momento para lanzar su relección y para apaciguar los ánimos. Eran como una gran herramienta de propaganda. Para 1908, 1909 y 1910, ya había mucha oposición al régimen, incluso, había una insurrección anunciada para el 20 de noviembre, cosa que muy pocas veces se hace.

“De allí que Díaz trató de hacer de estas fiestas algo ejemplar y buscó que tuvieran un discurso claro y fuerte. Construyó estas fiestas como un discurso político que tenía muchas lecturas, primero, para propagandizar los logros de su gobierno y la paz que imperaba en el país. La lectura política era: quien atente contra la paz atente contra el bien de la nación.

“Utiliza el desfile como un despliegue militar enorme y el mensaje era muy claro: éste es un Estado sólido, que tiene un ejército muy grande, muy bien organizado, que es imbatible. No se les ocurra levantarse en armas contra esta régimen.

Un tercer mensaje, implícito en la organización de las fiestas del centenario, es uno muy fuerte que tiene que ver con la idea que si Díaz logra emparentar su imagen con la de Hidalgo y con la historia patria, levantarse en armas contra él es una traición a la patria.

En otro apartado, Díaz se revela como un extraordinario mercadólogo, ya que consigue que muchas empresas e instituciones de fuera lo apoyen y hace una gran campaña de publicidad, incluso, mediante objetos de uso cotidiano, como vasos, sifones, medallas, medallones, tiras para cigarros, carteles, mascadas, jarrones, que en conjunto tienen un valor documental fantástico, señala el caricaturista.

Cronología de las fiestas

La muestra comprende dos núcleos, que no son de la colección de Monsiváis: uno de invitaciones, tarjetas y crónicas periodísticas, reunidas en su momento por Luz Requena, que permiten hacer la cronología y recrear prácticamente todo lo que fueron los festejos del centenario.

En lo que respecta al desfile, se incluyen tres trajes de época: uno de la Malinche, otro de un ayudante de ésta y el último de un conquistador.

Al final del recorrido se proyecta la película Memoria de un mexicano, que Porfirio Díaz encargó a Salvador Toscano para los festejos del centenario, cinta facilitada por Alejandra Moreno Toscano.

Barajas recuerda que los festejos de hace 100 años tenían la parte formal, en que se inauguraron obras a pasto y la parte conmemorativa de los desfiles. Cabe mencionar que los festejos comenzaron el 28 de agosto con la renovación del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología, y terminaron el 30 de octubre con un congreso nacional de indianistas (sic).

Moisés Rosas, por su parte, anunció para 2011 una exposición con partituras, ya que Monsiváis tiene una colección muy amplia de ellas, la mayoría del siglo XIX y principios del XX. También mencionó muestras sobre el cine nacional y el humor.