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Fue designado para dirigir a la Orquesta Filarmónica de Jalisco en 2011

Leonardo Gasparini pugna por masificar la música de concierto

Debemos aproximarnos a los jóvenes y despertarles la sensibilidad, asevera el director

Propondrá un programa con obras alusivas a la temática del agua, adelanta a La Jornada

 
Periódico La Jornada
Viernes 12 de noviembre de 2010, p. 3

El italiano Leonardo Gasparini es el nuevo director de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ). Tendrá la batuta de manera interina por dos temporadas hasta noviembre de 2011 –aunque ya ha estado al frente de esa agrupación, como huésped–, lapso en el que, además de presentar un programa con obras alusivas a la temática del agua, tendrá la preocupación, dice, de acercar a las personas a los conciertos. Borrar el prejuicio por el cual no asisten: pensar que no los entenderán. Debemos hacer que descubra lo bello y natural que es disfrutarlos.

Y cómo construir ese vínculo con la audiencia es la pregunta que nos formulamos. La respuesta viene con una labor constante de educación, de ir afuera de nuestras salas de concierto, de aproximar sobre todo a los jóvenes, a quienes hay que hacer que vayan a los teatros, pero también ir hacia ellos, hablarles en su idioma. La sensibilidad está ahí, sólo hay que despertárselas, asegura Gasparini, discípulo de 1978 a 1995 del rumano Sergiu Celibidache.

Hay mucho que hacer, creo, porque hay una parte vasta de la población que por mil razones no tiene acceso a la cultura.

Nacido en Venecia, Gasparini –quien mantiene nexos musicales y personales con este país (su esposa e hijos son mexicanos)–, ha sido asistente de Claudio Abbado y Zoltan Pesko. Ha dirigido en Europa y en México las orquestas del Maggio Musicale di Firenze y la de Torino; las sinfónicas de Lecce y la de Londres; la Filarmónica Nacional de Moldavia, la Camerata de las Americas, la Filarmónica de Querétaro; las sinfónicas de Oaxaca y la Juvenil de Zapopan, entre otras.

Por romper barreras

En México, comenta Leonardo Gasparini, he hecho cosas de los más diversos niveles, complejas y sencillas. Conciertos en escuelas. Asegura que el nuestro “es un país en el que las personas cantan y danzan, lo cual en Europa es menos frecuente. La parte musical intuitiva de la gente de este país es más evidente; por ejemplo, cantan Las mañanitas relativamente afinados. Deberían escuchar cómo lo hacen en Europa con el Happy Birthday”.

El director de orquesta, quien ha grabado música para cine, composiciones en su mayoría del maestro francés Antoine Duhamel para cintas como El embrujo de Shangai (de Fernando Trueba) y Salvoconducto (de Bertrand Tavernier), dice que la propuesta de dirigir le llega de manera orgánica junto con la de crear un programa alusivo al agua.

“Sin olvidar que soy veneciano –expone–, este discurso me cae bien, por lo que extendí el tema para todos los conciertos. Hay una sinfonía que no se ha tocado en Guadalajara y que interpretaremos: la quinta de Gustav Mahler”, debido a que forma parte de la música del filme Muerte en Venecia, de Luchino Visconti. También tocarán Música acuática, de Haendel, la cual pretenden ofrecer en un concierto en el acuario de esa ciudad.

Foto
Leonardo Gasparini durante la entrevista con La JornadaFoto Marco Peláez

“Debussy también estará presente en el programa, con Nocturno, así como algunas obras de Giancarlo Menoti, entre otras que emanan el H2O de sus partituras.”

Se cuestiona a Gasparini si el hecho de ser director titular o interino influye en la creatividad. Dice: El límite del director huésped es que poco influye sobre la manera de tocar de los músicos, porque tiene poco tiempo. Un director titular debe dar un sello a su orquesta y eso, entre otras, es un tarea que me fascina: hallar una manera profunda de colaboración con ellos. La ventaja es que hablamos el idioma de la música, que cuando comienzas y sales de la escuela descubres que es el lenguaje común. La comunicación se hace independientemente del lugar o latitud.

Comenta que también es interesante conocer el repertorio específico de la orquesta, el trabajo de los compositores. “En México descubrí música que no conocía y me entusiasma; por eso el quehacer de los autores (locales) es importante, porque tienen un aspecto epidérmico con la naturaleza de su tierra; ellos son los verdaderos representantes de cada país.

Me gustaría que la OFJ fuera considerada una de las buenas orquestas del país, ya que es muy antigua, grande y tiene una sede bellísima: el Teatro Degollado. Tiene todo para afirmarse como un referente.

El también docente (profesor de la Ecole Normale Supérieure de París) insiste en que es necesario tener un nicho en el que acústicamente se esté bien. Pero no por ello podemos exigir a las personas que siempre vengan a nosotros. Tenemos que ir hacia ellos. Ése será un punto por el cual voy a batallar. Un objetivo: romper barreras.

Para cumplir esas expectativas, sugiere que con algunos amigos que trabajan en este sector en diversas ciudades del país, podría conformarse una especie de confederación, una asociación de directores orquestales para promover nuestra labor juntos. Mi responsabilidad es tan breve que no sé si podré, pero lanzaré una piedra a los colegas. Esto se hace en Europa donde hay estructuras, se discuten programas y se promueven iniciativas.

El 18 de febrero de 2011 comenzará la primera temporada de seis conciertos.