Inseguridad, falta de competencia y de flexibilidad en los mercados; bajo nivel de ahorro e inversión, así como carencia de incentivos y oportunidades, son los factores que más frenan el crecimiento de México y provocaron que el país haya registrado el peor desempeño económico durante 2009, afirmó Guillermo Ortiz Martínez, ex secretario de Hacienda y ex gobernador del Banco de México.

Al dictar la cátedra prima de la escuela de relaciones internacionales de la Universidad Anáhuac, México en el contexto internacional, el próximo presidente del grupo financiero Banorte dijo que a pesar de algunos síntomas de recuperación la demanda interna se mantiene lenta y no se espera que retome a corto plazo los niveles anteriores a 2008.

Ortiz Martínez planteó un panorama de la economía mexicana muy distinto al que divulgan el gobierno federal y algunos analistas privados. Señaló que la inversión privada está muy caída y que, a pesar de la generación de 800 mil empleos, son plazas insuficientes ante la incorporación anual de un millón de mexicanos al mercado laboral. Esto, afirmó, nos deja en una situación complicada.

A la pregunta sobre el impacto de la inseguridad en el crecimiento económico del país dijo: Creo que es un problema complejo y que todo mundo reconoce que tiene un costo. No podemos dejar de reconocer el costo de la inseguridad para los negocios y las personas; al final, la gente ya no sale a los restaurantes, esto tiene un impacto directo; sin embargo, es fundamental vencer a la delincuencia.

También comentó que este tema está ligado a la corrupción que, lamentablemente, es uno de los males casi endémicos en este país y es una de las limitantes del crecimiento económico.

Poco antes, en su presentación, Ortiz Martínez utilizó de manera gráfica algunas estadísticas que genera el Foro Económico Mundial. En ellas, dijo, México sale mal calificado en la debilidad, en el marco institucional y fortaleza de las instituciones. En buena medida, añadió, la fortaleza de las instituciones refleja la ausencia de la corrupción y las reglas del juego que deben seguirse. Corrupción e impunidad son lastres para el crecimiento económico, sentenció.

Guillermo Ortiz Martínez en imagen de archivoFoto José Carlo González

Arribo crítico

En declaraciones a la prensa al término de su cátedra, Ortiz Martínez respondió las interrogantes sobre la estrategia que impulsará como presidente del consejo de administración de Banorte, cargo que ocupará a partir de marzo de 2011. También se le preguntó:

–¿Cuáles son los retos de la banca en términos de financiamiento, de servicios bancarios, del nivel de extranjerización de la banca?

–Vamos por partes: el tema de la extranjerización de la banca no ha sido nada nuevo. Yo creo que fue un error haber propiciado que 80 por ciento del sistema financiero esté en manos de bancos extranjeros. La crisis internacional reciente hizo patente que la situación de la banca internacional fue mucho más trágica, cuando lo que se suponía es que iba a venir a contribuir a consolidar la banca en México.

“Creo que la banca extranjera sí ha contribuido a darle estabilidad y modernidad al sistema financiero porque estaba muy mal, pero creo también –y eso lo he dicho en muchas convenciones bancarias– que sería muy conveniente que los bancos extranjeros estuvieran en la bolsa de valores, que hubiera excedentes minoritarios para que los consejos de administración de los bancos, las subsidiarias de los bancos, realmente funcionen para que haya disciplina en el mercado.

En segundo lugar, el crédito al sector privado es del orden del 20 por ciento y uno de los retos fundamentales es proporcionar servicios en condiciones favorables a la mayor parte de la población que no tiene acceso al sistema financiero. Finalmente, la banca tiene que tener rentabilidad pero hay que hacer un esfuerzo mucho mayor, tanto de cobertura como de oferta de servicios y calidad en precio.