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Colonos afirman haber escuchado un estruendo; lo atribuyen a la acumulación de gas metano

Hundimiento de tierra provoca destrozos en 140 casas de Neza

Se debió a sobrexplotación de mantos acuíferos: Peña Nieto; exige al gobierno federal y al del DF la clausura del Bordo Poniente

Afectados demandan cerrar tiradero cercano a cielo abierto

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Decenas de viviendas de la colonia Benito Juárez, municipio de Nezahualcóyotl, estado de México, sufrieron estragos a causa de un hundimiento de tierra ocurrido la madrugada de ayerFoto Alfredo Domínguez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 29 de octubre de 2010, p. 31

Nezahualcóyotl, Méx., 28 de octubre. A las tres de la madrugada vecinos de la colonia Benito Juárez escucharon un estruendo. Un movimiento de suelo terminó de despertarlos: una enorme grieta dañó 140 viviendas en las inmediaciones de la franja del Bordo de Xochiaca.

Veinticinco casas quedaron inhabitables por daños en sus redes de drenaje y agua potable; las estructuras y muros se fracturaron y los pisos se levantaron.

Los daños son visibles en el asfalto, banquetas, guarniciones y viviendas de las calles Dos Arbolitos, Coronelas, Verdolaga, Granito de Sal, Monedita de Oro, Farolito, Quelite y Enramada, además de las avenidas Rancho Grande y Bordo de Xochiaca.

Se trató de un asentamiento de tierra provocado por la sobrexplotación de mantos acuíferos, dijo 12 horas después el gobernador Enrique Peña Nieto al acudir a informar a los colonos sobre los estudios preliminares y visitar tres de las viviendas que están a punto de venirse abajo.

“‘¡No! ¡No es cierto!”, exclamaron decenas de colonos, quienes atribuyeron la destrucción al tiradero de basura municipal Neza II, ubicado a 50 metros del lugar del hundimiento.

El gobernador pidió la intervención de Arturo Vilchis Esquivel, director de Protección Civil estatal, quien, micrófono en mano, dio una explicación técnica.

Los estudios, dijo, indican que hubo un desplazamiento de suelo provocado por la sobrexplotación del acuífero de Texcoco. Luego de revisar con explosímetros la red de alcantarillado y las grietas que se produjeron en ocho calles y dos avenidas, se descartó la presencia de gases.

No se trató de una explosión por acumulación de gas metano, que se genera por la descomposición de la basura, dijo.

Se confirma, después de haber hecho la valoración, que más que un estallido, como era la presunción que tuvimos hoy en la mañana, fue un asentamiento de tierra, remató Peña Nieto.

La gente exigió a las autoridades estatales y municipales el cierre del tiradero porque genera olores nauseabundos, tolvaneras y contaminación.

Ésta es ocasión para pedir a los gobiernos de la República y del Distrito Federal que de una vez tomen decisiones concretas para cerrar el Bordo Poniente, respondió el gobernador.

Aun cuando se le aclaró que el ayuntamiento de Nezahualcóyotl opera el tiradero a cielo abierto, él insistió en que se trataba del Bordo Poniente, que se ubica a unos cinco kilómetros de la zona siniestrada.

El 15 de junio pasado, en el tiradero a cielo abierto de Tlatel Xochitenco, en el municipio vecino de Chimalhuacán, también ocurrieron fracturas de suelo que dañaron 400 viviendas.

Luis Campos López tiene 40 años de vivir en el número 422 de la calle Quelite. Narró que tras escuchar el estruendo y sentir el temblor brincó de su cama y un instante después la barda de su cuarto se vino abajo. Al menos 50 ladrillos cayeron donde pongo la cabeza, dijo.

Con trabajos, este hombre de la tercera edad puso a salvo a su suegra, Rita Jiménez Santoyo, de más de 80 años, quien, apoyada en su bastón, vigila que nadie robe sus pertenencias.

Eusebia Malagón Rivera y su nuera Martha Mundo García no esperaron a que Protección Civil u otra autoridad dictaminara los daños. Sacaron sus pertenencias de la casa ubicada en calle Verdolaga 426 bis y se mudaron a la delegación Gustavo A. Madero, en el Distrito Federal, donde viven sus familiares.

Perdone que me ponga a llorar, pero aquí ya no podemos vivir. Mire cómo la casa se fracturó y se ladeó, dijo Eusebia.