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Favre, abucheado y también ovacionado

Green Bay vence 28-24 a los Vikingos de Minesota
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Brett Favre fue interceptado en tres ocasiones durante la derrota de los Vikingos en la casa de los Empacadores, en lo que se considera el último juego de El General en el estadio Lambeau FieldFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 25 de octubre de 2010, p. a49

Green Bay, 24 de octubre. Con dos pases de anotación de Aaron Rodgers y tres intercepciones de su defensiva sobre Brett Favre, Empacadores de Green Bay venció esta noche 28-24 a Vikingos de Minesota, en el juego de domingo por la noche de la semana siete de la NFL.

Rodgers se conectó en sus envíos de touchdown de nueve y 14 yardas con Andrew Quarless y Greg Jennings, de manera respectiva, para obtener la cuarta victoria de los Empacadores locales en el año.

Brandon Jackson, con acarreo de anotación de una yarda, y Desmond Bishop, con intercepción devuelta de 32 hasta las diagonales, marcaron los restantes puntos de la noche para Green Bay.

Por Vikingos, que sufrió su segundo descalabro de la temporada, anotaran Percy Harvin, con acarreo de 17 yardas, y Adrian Peterson, con otra escapada a la zona prometida de una yarda.

El marcador de los Vikingos se completó con el gol de campo de 28 yardas de Ryan Longwell y pase de touchdown de cuatro yardas de Favre a Randy Moss.

El enésimo regreso de El General al Lambeu Field fue una pesadilla para el futuro miembro del Salón de la Fama de la NFL, ya que sufrió tres intercepciones que a la postre le dieron 14 puntos a su ex equipo, los Empacadores.

Favre terminó el encuentro con 16 pases completos de 29 intentos para 212 yardas y un envío de touchdown, además de las tres intercepciones sufridas.

El veterano mariscal de campo fue abucheado por los aficionados locales cuando fue presentado al iniciar el encuentro, pero muchos otros lo ovacionaron, incluso mostraron pancarras en las que decían que jamás olvidarán su famoso número 4, que tantas satisfacciones brindó en su paso por la franquicia de los Empacadores.

Al término del encuentro y cuando se despedía rodeado de jugadores de ambos equipos y oficiales de seguridad, muy lastimado por los golpes recibidos durante el encuentro, cientos de aficionados lo ovacionaron nuevamente, pues consideraron que el de esta noche fue su último encuentro en el Lambeau Field.