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Hay informes de Cisen y Sedena sobre disputa entre dos cárteles, dicen fuentes oficiales

Bandas rivales comenzaron a exterminarse tras matanza en penal de Juárez, en 2009

En marzo del año pasado, Los Aztecas asesinaron a internos en ese reclusorio, afirman

 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de octubre de 2010, p. 7

Los cárteles de Sinaloa y Juárez comenzaron a exterminarse unos a otros en marzo de 2009. El inicio fue la masacre de internos en la prisión de la urbe fronteriza, donde integrantes de la banda Los Aztecas mataron a miembros de Los Mexicles y Los Artistas Asesinos. Sobre esos hechos han elaborado informes el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), señalaron funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional.

Las fuentes revelaron que las masacres de jóvenes, como la ocurrida ayer en Ciudad Juárez, están relacionadas con la disputa por el control de la zona, y ahora “a los sicarios no les importa a quién asesinan; les basta con haber sido informados por sus halcones que en fiestas o reuniones se encuentra supuestamente algún integrante de grupos rivales”.

De acuerdo con las fuentes consultadas, gracias a su sociedad con los cárteles de La Familia, del Golfo y de Los Valencia, el grupo criminal de Sinaloa ha ido ganando hegemonía en la zona norte de la República.

Esa hegemonía se gana a pesar de la alianza que han establecido los cárteles de Juárez, de los Beltrán Leyva, de los Arellano Félix y de Los Zetas.

Los entrevistados señalaron que el Cisen elaboró desde mayo de este año un diagnóstico de la situación social y del crimen organizado en Chihuahua, y particularmente en Ciudad Juárez, en el que apunta que “los cárteles de Sinaloa y Juárez buscan erradicarse”.

La violencia, señalaron las fuentes, se generó a partir de que Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, rompió en 2008 su alianza con los líderes de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada, Joaquín El Chapo Guzmán y Juan José Esparragoza Moreno, El Azul.

A partir de ese año, la escalada en Chihuahua tuvo un aumentó de mil por ciento comparativamente con 2006.

El número de homicidios del crimen organizado pasó de 150 a mil 700 casos. En 2009 se reportaron 2 mil 153 asesinatos, y en lo que va de este año han sido ejecutadas 2 mil 730 personas.

Para las organizaciones criminales, Juárez representa la principal ruta de trasiego de cocaína, mariguana y drogas sintéticas a Estados Unidos y la mayor puerta de entrada de dinero sucio.

Además, mientras Sinaloa es considerada la cuna de los cárteles mexicanos, Ciudad Juárez se ha convertido en su principal bastión desde hace más de 50 años.

Uno de los factores que han propiciado el aumento de la violencia, de acuerdo con la información recabada, ha sido la descomposición social, la cual ha generado un aumento en el número de pandillas que actúan en la zona, y la consiguiente suma de sus integrantes a grupos de sicarios al servicio de los cárteles que se disputan la plaza.

La Sedena, puntualizaron los informantes, ha señalado que el exterminio entre organizaciones comenzó con la orden de asesinar a integrantes del cártel de Sinaloa que se encontraban presos en el penal de Ciudad Juárez, en marzo de 2009.

En esa ocasión, integrantes de Los Aztecas –banda surgida en cárceles de Estados Unidos, al servicio del cártel de Juárez– mataron a 21 integrantes de las bandas Los Mexicles y Los Artistas Asesinos.

Para junio llegó la venganza del cártel de Sinaloa, ya que sus sicarios asesinaron a 19 jóvenes que estaban en proceso de rehabilitación en el centro cristiano Fe y Vida.

Desde esas fechas surgió en Ciudad Juárez otro grupo que antes había actuado en Guerrero y Nuevo León, asesinando a integrantes de Los Zetas y de los Beltrán Leyva, conocidos como Gente Nueva.

La descomposición, consideran los reportes de la Sedena, de acuerdo con la información recopilada, ha corrompido el tejido social de tal manera que se estima que siete de cada 10 jóvenes pertenecen a las bandas, y se integran a ellas por razones de trasiego de droga, como halcones (vigilantes), narcomenudistas o como mera protección y pertenencia a una zona determinada.

Ciudad Juárez es un polvorín, todo su territorio es considerado una zona de riesgo, señalaron los entrevistados.