Sociedad y Justicia
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Cuenta con un refugio y un centro especializado donde apoya y asesora a mujeres y niños

Ayuda Fundación Diarq a las víctimas de violencia a retomar las riendas de su vida

Afirma Susana Franklin, directora de la institución, que la violencia es cada vez más encarnizada

 
Periódico La Jornada
Lunes 18 de octubre de 2010, p. 45

Desde que el refugio de la Fundación Diarq abrió sus puertas, hace seis años, para atender a mujeres víctimas de violencia, el nivel de las agresiones se ha vuelto sicopático.

Antes llegaba una señora con el ojo morado; ahora se han dado casos en los que hay que cambiar la identidad de la mujer porque si el agresor la encuentra, la mata. La violencia es hoy mucho más encarnizada, relató Susana Franklin, directora de la institución.

Otra situación que se ha modificado con el paso del tiempo es que las mujeres que reciben apoyo en el refugio son víctimas no sólo de violencia, sino también de trata de personas, adicciones e incluso del crimen organizado, ya que muchas son parejas de narcotraficantes.

Para atender a la población femenina que padece estas agresiones la Fundación Diarq cuenta con el refugio Nuevo Día (que es de alta seguridad), el Centro Especializado de Atención a la Violencia y la línea telefónica Nuevo Día.

Franklin explicó que trabajan con un modelo de atención sistémico, es decir, no sólo atienden a mujeres y niños maltratados, sino también a los generadores y/o generadoras de violencia, siempre y cuando no pongan en riesgo la integridad de la mujer o sus hijos.

El refugio cuenta con cinco áreas para el cuidado de las víctimas: trabajo social, legal, médica, psicología para mujeres y niños y desarrollo infantil. En esta última área se ocupan de poner al día a los niños para que no pierdan el año escolar, pues la mayoría de las veces ya no pueden regresar a la escuela para evitar que sean rastreados por su agresor.

Su directora destacó que este refugio es de puertas abiertas, al contrario de la mayoría de centros que hacen esta labor. Consideramos que la mujer debe afrontar sus miedos desde muy pronto. Les damos las herramientas para que puedan salir y saber qué hacer si se encuentran con su atacante, detalló.

El centro de atención cuenta con las mismas áreas, a excepción de la médica, y su objetivo es por un lado dar seguimiento a los casos de las mujeres que permanecieron en el refugio; y por otro, atender a toda la población que lo requiera mediante terapias y talleres para los miembros de la familia.

Tenemos un grupo de hombres generadores de violencia. Vienen a terapia y ahora van muy bien. Entonces podremos pensar en darle terapia a la familia completa, aseveró Franklin.

Todos los servicios son gratuitos: pernocta (en el caso del refugio), alimentación, medicamentos, artículos de limpieza, capacitación y asesoría.

La idea es que en los tres meses que pueden permanecer en el refugio, las mujeres sean capaces de tomar las riendas de su vida y conseguir un empleo, un lugar donde vivir, y salir adelante con sus hijos.

También llevan a cabo talleres de prevención. Ahí está la solución, resaltó su responsable; de lo contrario, el refugio seguirá siendo un paliativo, ayudando a subsanar lo que ya ocurre, pero sin atacar la raíz de los problemas.

La página de la fundación es www.fdiarq.org y la línea de atención es 01800 836 8800.