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Tras la salida de Alun Francis haré mi trabajo de asistente, dice

Rodrigo Macías se descarta como director titular de la OFUNAM
 
Periódico La Jornada
Domingo 10 de octubre de 2010, p. 4

La Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM) comenzó ayer su segunda temporada del año sin director titular, luego de que el mes pasado concluyó el contrato del galés Alun Francis y ya no fue renovado.

Este nuevo segmento de conciertos estarán a cargo de batutas huéspedes, así como del director asistente de la agrupación, el mexicano Rodrigo Macías, quien aclara que toda su atención está enfocada en cumplir con el trabajo que le ha sido encomendado y no en buscar ocupar la plaza vacante.

El joven músico texcocano precisa que, tras la salida de Francis, él se mantendrá como director asistente de la OFUNAM, no del director europeo.

Sigo en la misma situación para la que fui contratado y así me mantendré cuando menos hasta junio del año entrante. Durante esta segunda temporada, la OFUNAM tendrá varios directores huéspedes y se buscará a su nuevo titular. Yo seguiré a cargo de proyectos extraordinarios, haciendo giras por las escuelas de la UNAM. Mi relación con la orquesta es la misma, no creo que la salida del maestro (Francis) me afecte en algo, señala.

Además de lo que denomina como un sano proceso de auscultación en busca de un nuevo director titular, Rodrigo Macías destaca que durante esta segunda temporada del año se efectuarán los estrenos mundiales de varias obras comisionadas a autores mexicanos con motivo del centenario de la máxima casa de estudios del país.

La primera de esas piezas ya fue estrenada en la ceremonia conmemorativa de esa efeméride, el pasado 22 de septiembre. Se trató de la cuarta sinfonía de Federico Ibarra. En la lista de espera se encuentran sendas obras de Gabriela Ortiz, Leonardo Coral y Arturo Márquez.

–¿Aspira a ser el nuevo titular de la OFUNAM; cuántas posibilidades tiene de ello? –se le pregunta a Rodrigo Macías en entrevista.

–No pienso en eso, sino en hacer mi trabajo de asistente, como se me ha pedido; además, tengo otras aspiraciones personales. Me siento muy cercano a la orquesta, pero no puedo ni quiero entorpecer el proceso de búsqueda del nuevo titular.

Tengo como director asistente mucho trabajo que hacer, muchas cosas que hacer bien, por el aprecio de mis compañeros, pero no tengo, bajo ninguna circunstancia, esa ambición. No soy presidenciable, digamos, afirma entre risas.

“Además son muchas condiciones. En una estructura tan grande y compleja como una orquesta filarmónica son muchas las necesidades que se toman en cuenta. Muchas veces se piensa que la persona al frente sólo está por cualidades musicales, que sí son fundamentales, pero el trabajo del director va más allá; es un trabajo administrativo, de organización; tiene muchas responsabilidades fuera del podio.

Entonces, una orquesta así requiere alguien de mucha experiencia. Son muchos los factores que la dirección (de música de la UNAM) busca. Lo que puedo decir es que he aprendido mucho, infinitamente.

–¿Considera entonces que aún no es tiempo para usted de hacerse cargo de una responsabilidad de estas dimensiones?

–No lo sé. No lo pondría así. Quiero dejar claro que sigo con mi trabajo y que haré lo mejor que yo pueda; del futuro no sé algo más, sólo que estaré en la OFUNAM como director asistente un año más.

–¿Cómo percibe y describe a la orquesta en este momento, tras el término del contrato de Alun Francis; cómo la dejó?

–Creo que la relación se había desgastado un poco. La orquesta está ahora como cuando una persona termina una relación personal. Parece un poco tonto, pero es cierto; está en un momento de relajamiento, no musical, sino de prepararse para una nueva búsqueda, un nuevo destino.

Creo que la orquesta debe, y se lo está replanteando, perfilar nuevos derroteros artísticos, nuevos rumbos; de esto también dependerá mucho la elección de director, porque cuando la orquesta tiene una idea muy clara de lo que quiere, entonces sabe qué director que le conviene.

–Desgaste implica cansancio, ¿así está hoy la OFUNAM?

–La orquesta estaba cansada, no físicamente. Hablo de la relación con el maestro Francis, pero no es algo que tenga que ver con él, sino que pasa con todas las orquestas. Es natural que comience a presentarse un desgaste cuando una orquesta y un director trabajan mucho. Más que desgaste, es saturación.

Ahora viene un proceso de cambio, de búsqueda. Las grandes orquestas, como ésta, siempre conservan su personalidad. Algunos de los directores huéspedes que actúen en esta segunda temporada seguramente serán candidateables (para ocupar la plaza de titular), al igual que los que vienen por primera vez.