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La norma, en una ordenanza de 1800, que aún está vigente

Hoy día las mujeres francesas que visten pantalón cometen un delito
 
Periódico La Jornada
Martes 28 de septiembre de 2010, p. a10

París, 27 de septiembre. Cualquier mujer que vista pantalones en París comete un delito, según una ordenanza de la policía del año 1800, la cual sigue vigente, revela la historiadora Christine Bard en un libro en el que analiza las luchas de las mujeres para vestir esa prenda masculina.

En 1800, una ordenanza prohibía a las mujeres usar pantalones salvo autorización expresa. Esa normativa no ha sido derogada, sigue vigente, afirmó Bard, que acaba de publicar Una historia política del pantalón.

El pantalón no era sólo símbolo del poder masculino, sino de la separación de los sexos; una mujer que vestía pantalones era acusada de travestismo. Se le consideraba una amenaza al orden natural, social, moral, al orden político establecido, señaló Bard.

La historiadora, especializada en estudios de género, pasa revista en su libro a la historia de esa prenda desde la revolución francesa, en 1789.

Para las mujeres, vestir un pantalón ha sido una conquista histórica, símbolo de un avance en su lucha por su liberación, y constituye un indicador del combate de la mujer por la igualdad.

Apoderarse del pantalón, prenda que favorece la acción, la libertad de movimiento, y que está cargada de valores políticos importantes –libertad e igualdad–, fue un largo proceso, un combate que reflejó, y contribuyó, a un cambio en las relaciones entre los sexos, explicó.

Bard da un espacio importante en su libro a señalar a pioneras feministas, como la escritora francesa George Sands, rebelde e independiente, que en el siglo XIX se vestía como hombre, con pantalón, chaqueta y corbata, como parte de su combate político contra la tutela del hombre.

Hubo también actrices como Marlene Dietrich, quien vestía pantalones en Hollywood, en 1933, y que erotizó esa prenda al crear una imagen de mujer fatal.

Durante la Segunda Guerra Mundial, en las fábricas del ejército en las que trabajaban mujeres, el uso del pantalón empezó a generalizarse por razones prácticas. Y en la guerra fría, la prenda “se inscribe en el campo llamado ‘de la libertad’”, recuerda.

Apareció también en las pasarelas en los años 60 del siglo XX. Pero fue sólo apenas en los años 70 cuando la mujer se apoderó del pantalón, enfatizó Bard.

“El uso del pantalón por las mujeres se popularizó en los 70, gracias a las luchas feministas, a la ropa deportiva venida de Estados Unidos y el blue jean.

También gracias a la influencia del gran modista Yves Saint Laurent, quien soñaba con crear para las mujeres el equivalente del vestuario masculino, anotó.

Yves Saint Laurent revolucionó las pasarelas en 1966 con el esmoquin para mujeres, que se convirtió en una de las piezas maestras de sus colecciones hasta 2002, recordó Bard.

Pese a que no se ha derogado la trasnochada ordenanza, el pantalón progresa inexorablemente y la moda le ha dado sus cartas de nobleza.