Sociedad y Justicia
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Las penas judiciales menores incentivan que dicha actividad vaya en aumento, afirma

Las ganancias por falsificar medicinas superan las del narcotráfico: experta
Enviada
Periódico La Jornada
Lunes 27 de septiembre de 2010, p. 44

Tours, Francia, 26 de septiembre. La falsificación de medicamentos es un problema creciente de salud pública a escala mundial y un delito cuyas ganancias económicas superan las del narcotráfico. Sólo en 2009 se detectaron 2 mil tres casos de fármacos apócrifos. La cifra representó un incremento de 10 por ciento con respecto al año anterior, aseguró Nathalie Tallet, responsable del Laboratorio de Falsificación de Sanofi Aventis en esta ciudad.

En China e India se registró la mayor cantidad de medicinas falsas, con 64 por ciento del total el año pasado. Les siguieron Perú, Brasil, Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Japón, Paraguay y Colombia.

Los productos que se falsifican con mayor frecuencia son los destinados al tratamiento de enfermedades genitourinarias, los antinfecciosos y los que sirven para el control de padecimientos del sistema nervioso central, en particular trastornos del sueño. No obstante, comentó la especialista, también se han detectado productos para afecciones cardiovasculares, oncológicos y suplementos alimenticios.

Aunque no existen cifras oficiales sobre el problema por tratarse de un negocio clandestino, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calculado que de todos los medicamentos disponibles en el mercado 10 por ciento son falsos. También, que más de la mitad se encuentra a la venta por Internet.

Desde 2002, un grupo de 25  laboratorios farmacéuticos multinacionales se ha concentrado en identificar y documentar los casos de medicinas falsas, a través del Instituto de Seguridad Farmacéutica (PSI, por sus siglas en inglés).

Durante este periodo, este organismo civil ha crecido y fortalecido sus mecanismos de acción, de tal manera que de 196 casos detectados en 2002, el año pasado se reportaron 2 mil tres casos de medicinas falsificadas.

No se puede decir que el fenómeno haya crecido –aunque se supone que así es– porque hasta antes de 2002 la infraestructura para su detección era inexistente, puntualizó Tallet.

A su vez, Sanofi Aventis cuenta desde 2009 con un laboratorio dedicado específicamente al registro y análisis de productos falsos. Se encuentra en la fábrica de la firma en esta ciudad, donde ocupa un área de 280 metros cuadrados. Ahí laboran nueve especialistas, cuya tarea consiste en revisar exhaustivamente una muestra de cada medicamento sospechoso de no ser verdadero.

El estudio comprende la revisión de las características físicas de las cajas y los datos contenidos en ellas (caducidad, número de lote), así como del producto (tableta o cápsula). También se practican análisis químicos para determinar su composición, comentó la especialista.

Tallet señaló que la capacidad de acción de las redes que se dedican a la elaboración de productos farmacéuticos falsos es cada vez más sofisticada, por lo que fácilmente logran introducirlos al mercado.

Esto, junto con el hecho de que las penas judiciales por falsificación son menores –de cinco años de prisión en Francia–, ha motivado el tránsito de los narcotraficantes hacia actividades de falsificación de fármacos.

Tallet aseguró que los análisis que realiza el Laboratorio de Falsificación de Sanofi Aventis han encontrado principios activos erróneos o de plano inexistentes hasta en una tercera parte de los casos. Aunque hasta ahora no se tiene registro de personas con daños en la salud por el consumo de medicinas apócrifas, el riesgo sanitario es grave por el retraso en el control de enfermedades que pueden ser letales.

Desde 2009, en que empezó a operar el laboratorio de Sanofi, se han analizado más de 13 mil muestras de productos, de los cuales 85 por ciento se detectaron por la vigilancia que se realiza en el mercado, mediante usuarios simulados.

En tanto, de los 2 mil tres casos detectados por PSI en 2009 a escala global, 863 se localizaron en Asia, 570 en América Latina, 347 en Europa, 199 en América del Norte (Estados Unidos y Canadá), 176 en las naciones euroasiáticas, 149 en Medio Oriente y 67 en África.

La investigadora destacó que en la región latinoamericana se reportó un aumento de 42 por ciento con relación a 2008, debido principalmente al cada vez mayor interés de los países por participar en las tareas de identificación y sanción del ilícito.

Por este trabajo se ha logrado identificar algunas empresas falsificadoras en Rusia, Jordania y Colombia, apuntó.