Sociedad y Justicia
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Despojo de propiedades y pensión alimentaria, otros problemas que enfrentan, dice

Padecen maltrato gran parte de los ancianos en México: Inapam

Hay en el país sólo 350 geriatras para 10.6 millones de adultos mayores, indica

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Habitantes de uno de los albergues del Inapam dan testimonio de sus vidasFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Lunes 27 de septiembre de 2010, p. 43

Abandono, maltrato físico o sicológico de familiares, despojo de propiedades, de dinero y hasta de la pensión alimentaria que ofrece el Gobierno del Distrito Federal son los abusos más comunes que se dan en contra de los adultos mayores, los cuales suman actualmente 10.6 millones en el país.

Para 2050 se triplicará el número de personas de más de 60 años, uno de cada cuatro mexicanos será adulto mayor, indican datos oficiales. Actualmente, hay tan sólo 350 geriatras para la atención de este sector de la población en todo el territorio nacional y existe poca profesionalización en el personal que los atiende.

Muchas veces se maltrata sin saberlo y esto sucede desde el momento en que al anciano se le dice camina rápido que se hace tarde o eso ya me lo contaste, me lo has dicho tres o cuatro veces, indica Sergio Valdez, director de atención geriátrica del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam).

El trato inadecuado es más común hacia la mujer que para el hombre, el cual generalmente, cuenta con más recursos económicos, puede tener pensión o propiedades, y mantiene una relación más lejana con los hijos.

En una encuesta del Colegio de México realizada en 2009 en el Distrito Federal, se detectó que los adultos mayores reciben maltrato sobre todo de los hijos, con 36 por ciento, seguidos de la pareja, con 11; los nietos, 10, mientras que personas ajenas representan 17.4 por ciento. Reveló que en el seno familiar es donde eso se da más. Se desvalorizan las capacidades y autoestima de los viejos al ser ignorados, desatendidos y discriminados.

De entre los cinco tipos de maltrato detectados, el más común es el sicológico, que se deriva de la relación conflictiva que los adultos tienen con los familiares. Tiene que ver con problemas de comunicación o que los ancianos antes maltrataron a sus hijos, lo cual se torna más difícil una vez que ya no aporta dinero a la familia o ayuda en la casa, explica Verónica Rodríguez, especialista en abandono y violencia del Inapam.

Destaca que las estadísticas reportan que el cuidador es el que generalmente maltrata más al adulto, no es porque quiera, sino porque carece de capacitación y tiene una carga de actividades adicionales al cuidado del anciano.

Al principio se manifiesta “en gritos, gestos, no querer compartir con ellos, decirles que son inútiles, ya no funcionan de manera adecuada, o después hay silencio e ignoran a la persona. Es una forma de decirle al otro, ‘no me interesa lo que haces’. Esto ocurre sobre todo cuando dejan de ser útiles en la forma en que el hijo quiere”.

Aunque, precisa, no siempre se trata de buenos y malos, sino que a veces el anciano es cooperador y otras veces cambia de estado de ánimo con facilidad, lo cual dificulta las relaciones. También es inadecuado atenderlos como si fueran niños, ya que con ello se ignora toda su experiencia, precisa.

La explotación financiera es otro tipo de maltrato y es muy común. Tiene que ver con que familiares o cuidadores se apropian ilegalmente de las propiedades y del dinero de los ancianos. Por ejemplo, hacen mal uso de las tarjetas bancarias en los cajeros automáticos, debido a que los viejos no saben usarlos, y con la pensión alimentaria del gobierno de la ciudad, ya que dependen de los parientes para ir a las tiendas, en las cuales se pueden ver los carritos llenos de refrescos, frituras o pañales de niño, cosas que los ancianos no utilizan, explica,

En cuanto a otras formas de trato inadecuado, Verónica Rodríguez indica que el físico generalmente ocurre cuando los viejos pierden el movimiento, la independencia; el abandono, que se da cuando el cuidador ya no quiere hacerse cargo de ellos, además de abuso sexual. Hay pocas denuncias sobre estos casos.