Opinión
Ver día anteriorDomingo 12 de septiembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Inundaciones ¿sin remedio?
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as inundaciones de ahora han sido muy amplias. No son ajenas al calentamiento global y ha habido situaciones excepcionales en diferentes países. Aquí, las personas que se quedaron, incluso, sin vivienda, fueron cientos de miles. Abarcaron Veracruz (especialmente la cuenca del Papaloapan), Tabasco, Oaxaca y varios otros estados.

En algunos lados fue casi sólo la lluvia la que inundó, pero en varios casos también los ríos, y fue donde más daños hubo. El Papaloapan en Oaxaca y Veracruz, y el Grijalva y sus afluentes en Tabasco, son ejemplos en gran escala. El que se soltara agua de las presas, como Peñitas en Tabasco y como Cerro de Oro y Temascal en Veracruz, agravó las inundaciones. Peñitas ya suelta, otra vez, 2 millones de litros por segundo.

Al estarse escribiendo este artículo, ya se están soltando también grandes volúmenes de agua de las presas Malpaso y La Angostura, también en el Grijalva. El flujo de las presas del Grijalva está anunciado para un tiempo largo, así que es muy probable que el grueso de los daños esté por presentarse.

En el caso de 2007, fueron abiertas todas las compuertas de la presa Peñitas, por decisiones de los jefes de la Comisión Federal de Electricidad. Durante tres días se soltaron 2 millones de litros por segundo. La inundación de Villahermosa y sus alrededores fue enorme. Ahora se dice que obras menores evitaron que eso se repitiera, cuando que ahora era la lluvia la que lo causaba, inicialmente. Decimos que las obras fueron menores porque ahora y hasta el momento ha habido más de 130 mil afectados en Tabasco, lo cual ninguna obra impidió.

El gobernador de Tabasco afirmó que las últimas cuatro inundaciones en ese estado pudieron haberse evitado, si el gobierno federal hubiera antepuesto la seguridad de la población a los intereses de los productores privados de energía eléctrica. Dijo también que lo que venía implicaría la peor inundación de Tabasco, rebasando la de 2007. El presidente municipal de Juchitán dijo no queremos sólo despensas y cobertores, queremos que se resuelva el problema de fondo, porque cada año nos estamos inundando.

Hay otro caso: la presa La Calera, en Tierra Caliente, en Guerrero, de la que el informe dice que se encuentra azolvada en 95 por ciento y presenta un llenado de 128.27 por ciento. Es bastante común que se deje que se azolven los fondos de las presas y ríos, y esto hace que quepa menos agua y se desborde más. Este es un caso extremo, pero por ejemplo el río Grijalva ha sido fuente de sucesivas inundaciones, en buena medida precisamente porque no ha sido desazolvado (o dragado) en muchos años.

Hemos citado experiencias chinas que muestran que es posible prevenir inundaciones. Ahora hubo inundaciones en China, pero en las zonas en las que se construyeron las obras mencionadas ya no sucedió así.

Hace 2 mil 300 años, junto a la ciudad de Dujiangyan, se construyó un sistema para evitar inundaciones y para riego. Sigue funcionando. Es más, tiene, en una construcción, las instrucciones para desazolvar el río que es el principal afluente del Yangtsé. Y se ha devuelto una y otra vez al río su profundidad original. Es más, la obra resistió incluso al terremoto más grande, cuyo epicentro estaba cerca de ella, en mayo de 2008.

En Tres Gargantas se construyó una enorme presa para evitar inundaciones, para generar electricidad, siendo la mayor del mundo, y para mantener la navegación a lo largo del río Yangtsé, en el cual está. En 2008 volvió a llegar un monzón como los que habían causado anteriores inundaciones, pero ahora nada se inundó en esa región. Estas dos experiencias muestran que parar y controlar las inundaciones no es una tarea imposible.

Pasamos a enumerar medidas que deben tomarse para evitar o reducir desastres como el de ahora. Deben eliminarse las plantas eléctricas privadas, a las que se está dando preferencia sobre las hidroeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad. Esta preferencia aumenta el peligro de mayores daños del agua de las presas en caso de inundaciones, porque éstas están más llenas de lo debido.

Se requiere planeación, que incluya el nivel del agua en las presas, que por supuesto es previsible y regulable dentro de ciertos límites. Las obras deben abarcar las diversas necesidades y no, por ejemplo, generar electricidad a costa de mayores inundaciones.

Se deben desazolvar los ríos y los vasos de las presas. Se deben usar, donde se pueda, dragas, que son barcos con maquinaria que excava el fondo. Se deben usar muretes de concreto, no costales de arena como se ha hecho muchas veces. Se deben construir canales y depósitos diversos para contener y luego aprovechar el agua, esto incluso donde no hay río. Según el lugar, estos depósitos pueden usarse para la piscicultura, para el riego, para usos domésticos o para la comunicación pluvial; el agua recolectada se puede procesar para obtener agua potable o para otros usos.

Ahora se empieza a discutir el presupuesto de 2011. Es previsible que, desde el proyecto, ni siquiera se tome en cuenta lo mencionado. Que ni les importe el futuro de quienes perdieron la vivienda y, en muchos casos, el modo de vida que tenían. Cientos de miles de afectados, según los informes recientes más de medio millón. Volteando para otro lado, atribuyendo el desastre a la naturaleza, y ya. Como siempre, algunos discursos.

Tenemos que pensar en la importancia de construir un país diferente, y sin el dominio de un puñado de quienes se siguen enriqueciendo a costa de los demás.