ojarasca tarahumara

 

¿Qué tenemos que celebrar?

 

Margarita García Durán, mazahua, ex presa política originaria de San Antonio Pueblo Nuevo, municipio San Felipe del Progreso, Estado de México. Los pueblos indios no tenemos nada que festejar porque siempre somos los discriminados, los marginados, los olvidados de este país. No se puede festejar nada cuando sabemos que hay millones de personas que no tienen salud, educación, justicia, así no tenemos nada que festejar. En dado caso una conmemoración de las personas que dieron la vida por dejarnos bien, pero los malos gobiernos cada día nos quitan lo que nos dejaron y al final de cuentas estamos de mal en peor.
Soy expresa política reconocida por Amnistía Internacional. Fui detenida de una forma brutal en San Salvador Atenco. Para mí no hay independencia cuando realmente te están sometiendo, controlando, golpeando, encarcelando y te están levantando falsos para tenerte encerrado.
Fui presa un año seis meses con cinco días por delitos que no cometí. Yo les dije que les iba a demostrar que era inocente. Más de un año después me dejaron absuelta, sin culpa de nada, mientras la familia estuvo sufriendo… y acaso alguien se molestó en decirme ‘disculpe usted, fue un error’.
Estas celebraciones nosotros los pueblos indígenas decimos que hay todo ese dinero malgastado, mientras mucha gente quisiera tener un centavito para sobrevivir. Cada año arreglan aquí (el zócalo de la ciudad) y se ven muy bonito las fachadas y que el penacho y todo eso. Ellos dicen que quieren rescatar una cultura. ¿Cómo? ¿A través de las paredes? Van a escavar debajo de la tierra y no van a encontrar nada, porque aquí estamos los vivos, los que hablamos una lengua, los que tenemos una vestimenta, los que hacemos nuestra artesanía. Qué más quieren buscar, no lo entiendo.
En este país no hay justicia, no hay paz, no hay democracia. A los pueblos indios los felicito porque después de más de 500 años todavía hay una resistencia.

Santos de la Cruz Carrillo, wixárika, comisariado agrario de Bancos de San Hipólitco, Durango. Los pueblos indios de México estamos en una situación de exterminio y amenaza, por lo tanto no podemos celebrar algo que no se ha resuelto. El Estado mexicano no nos ha querido reconocer en la Constitución, traicionaron los Acuerdos de San Andrés. No veo la forma de por qué celebrar el bicentenario. 
Para nosotros la revolución es un cambio, pero hablamos de una revolución alternativa. La revolución de la que habla el Estado mexicano solamente la usa para engañar.
Héctor Ramírez Cabada, o´dham de Santa María Ocotoal, Durango. Qué podemos celebrar si nuestras tierras no están completas. Falta mucho por recuperar. En mi pueblo falta terreno, no tenemos nada. Ellos, en el gobierno, quieren celebrar porque tienen terrenos y todo eso.

Salvador Campanur Sánchez, purhépecha de Cherán, Michoacán. Los que están celebrando ahorita el bicentenario y el centenario son la gente de arriba porque han mutilado nuestra Constitución de 1917. Con el tlcan es como si ahorita tuviéramos dos constituciones, la de 1917 y la del Tratado de Libre Comercio con sus 2 460 artículos. La gente de arriba, de los dineros, la gente que oprime y explota, la gente que hace más pobre a la gente de abajo, ésa es la que quiere celebrar el bicentenario. Son ellos los que han mutilado a nuestra Constitución, por lo tanto se están robado la Revolución, la quieren privatizar.
Nosotros, la gente de abajo, de izquierda y anticapitalista nada tenemos que celebrar con ellos. Nosotros lo celebraremos a nuestro modo con las autonomías y con la libre determinación. Por eso estamos en La Otra Campaña.

Emanuel Flores, ñahñu de San Pedro Atlapulco, Estado de México. Estamos peor que hace 100 y 200 años. Seguimos siendo oprimidos y perseguidos. Están acabando con nuestra cultura, con nuestro territorio y con nuestras formas de organización y hasta con nuestro pensamiento. Entonces no tenemos nada que celebrar y al contrario, tenemos que preocuparnos por recuperar toda la historia de nuestros pueblos.
Los festejos son una mercadotecnia para el gobierno. Están despilfarrando dinero y dando trabajo a empresas transnacionales. Los pueblos indios siempre somos los que nos rajamos en todo, y otros se alzan diciendo que el centenario y que el bicentenario, y a nosotros nunca nos agradecen lo que luchamos. Se derramó sangre de nuestros abuelos, padres, hermanos y no nos toman en cuenta, al contrario, sólo nos quieren exterminar.

Antonio Quiroga, mazateco de San José Tenango, Oaxaca. Migrante en la ciudad de México. La revolución no la hicieron los burgueses, pero los festejos los están haciendo ellos. En la ciudad de México valen madres los festejos del gobierno. Para nosotros la revolución aún no termina. Nosotros  vamos por La Otra Revolución. Al rato que hagamos la revolución en el centro histórico nosotros estamos puestos, no sólo como indígenas sino como mexicanos.
Los festejos oficiales son gastos inútiles, sólo quieren presentarle al mundo un México que no existe. A nosotros no nos interesa lo extranjero. Hay extranjeros buena onda y pues que vengan y hagan la revolución con noso­tros.

Rocío Moreno, coca de Mezcala, Jalisco. ¿Qué tenemos que celebrar? Nosotros creemos, sobre todo por el pueblo donde estamos, que nada y menos de la manera en que lo están haciendo. En la comunidad de Mezcala tenemos una de las resistencias más dignas de los movimientos indígenas, y los gobiernos federal y estatal la han querido tomar como bandera del festejo, cuando ni es de ellos la fiesta ni son los invitados. Ellos están entrando con ese pretexto a la comunidad, pisoteando los derechos históricos y queriendo privatizar el territorio, lo que nosotros conocemos como el corazón del pueblo, que es la isla de Mezcala.
Ese festejo de la liberación del país, lo convierten de nuevo en una lucha abierta de nosotros con ellos, porque quieren hacer lo mismo que hicieron hace 200 años. La isla de Mezcala es el corazón de la comunidad, el centro de la tierra. Para el gobierno representa edificios que construyeron los españoles. Las trincheras de los insurgentes las convirtieron en cercas porque no les gustaban y tumbaron la historia. Lo poquito que quedó fueron unas cárceles de las fuerzas realistas y eso es lo que quieren mostrar ahora. Ellos dicen que perdió la comunidad, pero no­sotros cada 25 de noviembre celebramos el triunfo de nuestros insurgentes, nunca como una derrota.

 

Testimonios originalmente recogidos en video para la revista Desinformémonos (www.desinformemonos.org).

Entrevistas: Gloria Muñoz Ramírez